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Entregan equipamiento y capacitan a agricultores de Rahuil en destilación de vinos

En el marco del proyecto FIA, denominado «Valorización del patrimonio vitivinícola del Valle del Itata mediante la producción de un Brandy D.O. que aumente la competitividad de los pequeños productores», iniciativa que lidera el profesor de Química de la Facultad de Ciencias Naturales y Oceanografía de la Universidad de Concepción, Dr. José Becerra, el biólogo, Daniel Cajas y el investigador, Ignacio Serra, de la Facultad de Agronomía, es que recientemente realizaron la entrega de un destilador de cobre a viñateros de Rahuil, con quienes vienen trabajando desde el año pasado y quienes incluso recibieron una capacitación para trabajar con este equipo.

De acuerdo a lo explicado por el enólogo, Ignacio Serra, “la idea no es solo entregarles el destilador, sino que también brindarles un espacio (en la Bodega Ricardo Merino de la Facultad de Agronomía) y toda la capacitación para que ellos puedan hacer su destilación de buena manera”, explicó Serra, quien también hizo referencia a la importancia de contar con este equipamiento. “Primero es relevante por un tema de salud, ya que acá en la zona se hacen muchas destilaciones ilegales y es muy peligroso porque al destilar obtenemos el etanol, que es un alcohol que podemos consumir, pero también existe el metanol que es perjudicial para la salud y puede provocar hasta la muerte, entonces si el destilado no se hace correctamente no logras separar bien estos alcoholes. Y segundo es que con este destilador tu obtienes un producto de calidad que puede complementar tu negocio del vino con la producción de un brandy”.

En la oportunidad también se desarrolló una cata de uno de los destilados, específicamente de un Corinto, de doble destilación y en contacto con chips de madera de roble francés, que tiene un 50% de tostado medio y 50% de tostado suave. “Catamos este brandy a ciegas con un brandy comercial y más allá de que ganara uno u otro, lo que queríamos demostrar es que este brandy ya posee una calidad aceptable y comparable a un brandy comercial. Lo conseguido es la línea base y que pudiera mejorarse aún más, por ejemplo si se guarda en barricas y por varios años, algo que no podemos hacer porque el proyecto debe trabajarse en un par de años solamente”.

Cabe mencionar que en el proyecto, en una primera instancia,  se plantearon la destilación de tres cultivares, Moscatel de Alejandría, Torontel y Corinto, siendo este último el que más llamó la atención de los expertos.

“Creemos que esta variedad es distinta y novedosa comparada con la Moscatel de Alejandría y Torontel, que aun teniendo una calidad muy interesante, la Corinto tiene ciertas características que la hacen distinta, de hecho a nivel mundial la relevancia que tiene esta variedad es que es un cultivar que madura muy temprano y por lo mismo es un cultivar de referencia internacional y estamos dándole un valor agregado, más allá de que puede comerse como fruta o hacerse vino”, puntualizó el académico Ignacio Serra.

Por Francisca Olave Campos.