Fecha de publicación:

Agronomía UdeC implementa cámara termal y radiométrica en cuadricóptero

Tecnología de punta para la agricultura de precisión está manejando la Facultad de Agronomía (Campus Chillán) de la Universidad de Concepción, entre la cual se cuenta la implementación de cámaras termales a los cuadricópteros (vehículos aéreos no tripulados), equipados con cámaras que permiten captar información específica del ámbito de la agricultura.

Actualmente, agronomía UdeC posee dos de estos aparatos (también conocidos popularmente como drones), uno equipado con cámara y video normal y otro equipado con cámara termal y cámara multiespectral.

Respecto de estos instrumentos, que permiten tener campos completamente georeferenciados, el ingeniero agrónomo y doctor en geomática Juan Alberto Barrera, manifestó que “las cámaras con que estábamos volando inicialmente eran cámaras fotográficas normales con las cuales sacamos productos que son básicamente métricos, para hacer planimetría, para obtener de eso el modelo digital de terreno o el relieve, pero el tema del escaneo del cultivo, la parte más agronómica, tiene que ver con la parte radiométrica del cultivo. Entonces, a través de la cámara radiométrica, que sirve para determinar cuánta luz absorbe la planta, podemos decirle al agrónomo de terreno cuáles son los sectores que reciben más o menos luz o dónde tienen que ir a sacar muestras, para determinar el por qué está ocurriendo el problema”.

Cámara termal

Según lo expresado por el académico, la cámara termal determina la temperatura de la planta, particularmente de la hoja, “esto porque la planta extrae agua del suelo y esta agua que circula por toda la planta llega a la hoja y ahí pasa de estado líquido a gaseoso. En este proceso se produce un consumo energético que mantiene la temperatura de la hoja muy estable, y así cualquier cosa que esté afectando esta estabilidad de evaporación genera un calentamiento de la hoja. De este modo, estas fotografías termales permiten zonificar cuáles son los sectores que tienen diferentes temperaturas. Al igual que en el caso anterior, nosotros le decimos al agrónomo de terreno que vaya al lugar específico donde se presentan problemas y determine por qué no está evaporando bien, para luego dar la solución”.

Para contar con esta sofisticada cámara se realizó una inversión aproximada de 18 millones de pesos, pero el investigador precisó que “lo importante es que hasta ahora el diagnóstico del estado hídrico de la planta se hacía mediante visitas in situ o instrumentos que son súper locales para las plantas, y cuesta determinar si es que la planta está en buenas condiciones antes que tenga una evidencia clara, como por ejemplo la marchitez de la hoja. De este modo, con esta cámara termal nos anticiparemos al calentamiento de la planta y su marchitamiento, lo que provoca la pérdida de la productividad agrícola de cualquier cultivo”.