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Con Distinción Máxima fue calificado Vincen Ismael Maldonado Figueroa, quien recientemente se tituló como Ingeniero Agrónomo de nuestra Facultad.

Vicen, presentó su investigación denominada, “Interacciones entre elevado CO2 y cereales: impacto en fisiología, desarrollo y relaciones rizoféricas”. El objetivo de la monografía fue analizar como el elevado CO2 se relaciona con el crecimiento y fisiología de los cereales, y, por otro lado, comprender el efecto del CO2 sobre las interacciones radiculares y la actividad microbiológica del suelo.

La comisión examinadora estuvo integrada por los académicos: Mauricio Schoebitz (profesor guía), Manuel Faúndez (presidente comisión), Jorge Campos y Ricardo Muñoz.

El Dr. Mauricio Schoebitz, destacó que, “el trabajo de Vincen Maldonado se enmarca en un trabajo más amplio que tiene como objeto comprender la exudación radicular de azúcares y ácidos orgánicos de las plantas de trigo y de qué manera estos exudados se asocian a comunidades bacterianas específicas localizadas en la rizosfera de las plantas del trigo. Vincen continuará sus estudios con una tesis de magíster con el efecto de estudiar el efecto del elevado CO2 sobre la fisiología, fotosíntesis e interacciones rizoféricas en plantas de trigo”.

Conscientes de la importancia e impacto socioeconómico que posee el cultivo de granos es que el Departamento de Producción Vegetal de la Facultad de Agronomía, a través del recientemente incorporado profesor, el Dr. Abdelhalim Khaled está impulsando proyectos de investigación relacionadas con la producción de diversos granos.

Es así como destaca la línea investigativa que busca medir la eficiencia del uso del nitrógeno en el trigo harinero tipo invernal variedad Maxwell, considerando como eje principal el tema del cambio climático en el cultivo de granos. “Nosotros sabemos que por ejemplo el uso excesivo de fertilizantes se relaciona directamente con el cambio climático debido a que promueve la emisión de gases volátiles y que repercuten en el incremento de la temperatura, y/o que con el uso excesivo del nitrógeno se afecta negativamente la actividad de los microorganismos del suelo, lo que provoca desequilibrios en el medioambiente. También en trigo se estima una baja eficiencia del uso del nitrógeno aplicado (casi 33% esta absorbido por la planta).  Esta baja eficiencia esta atribuida a los efectos combinados de desnitrificación, lixiviación y volatilización. Por lo tanto, modificar la forma y el momento de aplicación de nitrógeno puede inducir un mejoramiento en la eficiencia de absorción y que sea más amigable con el medio ambiente, porque además actualmente el gran problema es producir más en pocos espacios de tierra, ya que cada día existe más competencia por el uso de este recurso”, explicó el académico, Dr. Abdelhalim Khaled.

Otra arista importante se relaciona con que los granos son considerados como imprescindibles para garantizar la seguridad alimentaria, y que incluso Chile es uno de los países que más trigo consume. “A nivel mundial Chile se posiciona en el segundo lugar como consumidores de pan (en el primer lugar se encuentra Alemania), con 98 kilogramos per cápita, por eso es muy importante el cultivo de este tipo de granos y hay que centrarse en fortalecer los manejos agronómicos”, manifestó el Dr. Khaled.

PROCEDIMIENTOS

En el desarrollo de esta investigación participa el estudiante de pregrado, Cristian Cifuentes, quien detalla parte del trabajo que se encuentran desarrollando en las dependencias de la unidad de cultivos de la Estación Experimental “El Nogal”. “Tenemos trigo sembrado bajo distintas dosis de nitrógeno. La idea es ver las diferencias fisiológicas, agronómicas y de rendimiento que se da producto del mayor o menor uso de nitrógeno, y mediremos la eficiencia del uso del nitrógeno, lo que se concretará una vez enviemos nuestros resultados al laboratorio para hacer un análisis químico, de calidad y cantidad de nitrógeno”, indicó Cristian Cifuentes.

El trabajo que han desarrollo desde junio pasado ya ha arrojado algunos resultados que son visibles, tal como lo explicó el Dr. Khaled. “Hemos ido notando diferencias relacionadas con el color de la planta que se verifica midiendo el nivel de clorofila. Otros efectos se relacionan con la altura y el área foliar de la planta”, precisó. En febrero del próximo año se realizará la cosecha de las siembras ubicadas en dependencias de la Estación Experimental del Campus Chillán y luego se desarrollarán los análisis de laboratorio pertinentes.

Con este proyecto toman fuerza las investigaciones de la Facultad de Agronomía en el área de la producción de cultivo de granos, aspecto que destacó el director del Departamento de Producción Vegetal, Dr. Richard Bastías. “El consumo de granos o cereales y sus derivados constituye una base importante de la dieta alimentaria, pero detrás de ello existen prácticas de manejo agronómico que son claves para asegurar rendimientos en estos cultivos y especialmente en el contexto actual de cambio climático y seguridad alimentaria. Por ello el trabajo que está desarrollando el profesor Khaled es muy relevante, ya que busca entender las bases fisiológicas para optimizar los procesos productivos de estos cultivos, y de esta manera dar respuestas prácticas al sector agrícola regional y nacional en estas materias, además de formar a nuestros estudiantes en esta línea de trabajo, que es importante para su futuro campo laboral”.

Por Francisca Olave Campos

Recientemente la Fundación para la Superación de la Pobreza dio a conocer el listado de estudiantes que se adjudicaron apoyo tutorial (para tesis terminadas) y recursos económicos para proyectos de tesis, siendo una de ellas la estudiante María de los Ángeles Esparza Manríquez, quien se encuentra trabajando el proyecto, “Oportunidades para el desarrollo de productos sobre la base de la cuelcha de trigo a nivel de artesanas (colchanderas)de localidades del valle del Itata”.

Según lo explicado por María de los Ángeles, el objetivo de este proyecto es contribuir al desarrollo territorial del secano del Itata mediante la generación de un negocio sostenible basado en el patrimonio agro-artesanal de sus colchanderas, debido a que existe poca innovación en los productos elaborados con la técnica del cuelchado.

“Entre los aspectos principales, se busca nuevas oportunidades para el desarrollo de productos con base a tejidos de cuelchas de paja de trigo elaborado por artesanas de Tesis País 2022: piensa un país sin pobreza, localidades del valle del Itata, y se encuentra centrado en una intersección de temas que ofrecen desarrollos disciplinarios únicos; en acotado señalamiento se puede advertir, extensión y transferencia tecnológica, sustentabilidad económica y social, organización, comercialización y negocio, que se amalgaman con los aspectos del patrimonio cultural y territorial que se involucran entre los pilares que sustentan el enfoque del estudio”, explicó la estudiante, quien agregó que “se trabajará en base a las experiencias obtenidas en otras investigaciones y en éstas experiencias para diseñar una metodología de creación conjunta con los artesanos, que ponga en valor su patrimonio y a la vez que refresque la oferta”.

Los y las colchanderas se ubican en las localidades de Trehuaco, Ninhue y Quirihue, donde se harán jornadas de talleres y transferencia tecnológica, capacitaciones orientadas a agrupaciones de emprendedoras.

Es importante mencionar que el proyecto se enfoca en la provincia del Itata porque allí se ha desarrollado un valioso oficio por mujeres y hombres capaces de hacer perdurar una técnica ancestral donde se trenza la paja de trigo, y no cualquier trigo, más bien, se trata del uso de trigos locales, haciendo posible uno de los atuendos más característicos de la identidad nacional: la chupalla huasa.

Debido a que la colcha ha sido y sigue siendo un recurso cada vez más importante en la economía monetaria de las familias de esta zona, actualmente existe escasa valoración y se ha visto amenazado este oficio por falta de interés en nuevas generaciones, competencias extranjeras y escasez de material, entre otros factores, por ello surge la necesidad de conservar y potenciar la tradición buscando nuevas alternativas de uso más allá de los sombreros y chupallas. “Me motiva mucho estar ampliando el ámbito de acción de la carrera de agronomía no tan solo desde el ámbito productivo, sino también del social, con impacto en las comunidades rurales”, precisó María de los Ángeles.

En este mismo sentido, de generar una investigación y reflexión sobre la pobreza, su profesor guía, el académico, Ricardo Muñoz Cisternas explicó que, “el ingeniero agrónomo desempeña un rol de mayor integración, también teniendo en cuenta  las oportunidades sobre la base de conocimientos locales o saberes agrícolas y conexos, que con alguna frecuencia da origen a modelos de desarrollo distintos y generalmente muy ligado a algún tipo de agricultura (subsistencia, excedentaria, familiar campesina, etc.) que caracteriza a los territorios, constituyendo también una vía para generar desarrollo de la ruralidad y el bienestar de su gente”.

Finalmente, María de los Ángeles, destacó el apoyo de la Fundación para la Superación de la Pobreza. “Es un gran paso y reto personal, ya que me demanda aplicar y aportar las competencias y habilidades que son parte de mi formación como futura profesional, tales como la responsabilidad social y ambiental, el compromiso ciudadano, el pensamiento crítico, la comunicación y el trabajo en equipo e interdisciplinario al servicio de la calidad de vida de comunidades locales vulnerables”.

Por Francisca Olave Campos

Sabido es que el trigo es el cereal más importante de la producción nacional. De hecho, la Octava Región es la segunda más importante en cuanto a producción de trigo, sembrándose aproximadamente 65 mil de las 270 mil hectáreas que se producen a nivel nacional, lo cual lo convierte en el cultivo anual con mayor superficie en el país. De ahí que sea tan importante prevenir ciertos tipos de enfermedades que atacan frecuentemente este cereal, como el Mal del pie del trigo, un hongo que es un habitante natural del suelo y para el cual no existen adecuadas estrategias de control.

Dado el impacto económico que tiene esta enfermedad, el académico de la Facultad de Agronomía UdeC Campus Chillán, Dr. Ernesto Moya Elizondo, se encuentra desarrollando nuevas técnicas para su control a través del proyecto Reducción del mal del pie y efecto de extractos de plantas sobre poblaciones bacterianas asociadas con este fenómeno en cultivos de trigo en el sur de Chile.

Se trata de un proyecto Fondecyt de Iniciación, que obtuvo alrededor de 80 millones de pesos para su ejecución, en un plazo de 3 años y que comenzó su trabajo en 2011.

Mal del pie

Según lo explicado por el docente, el Mal del pie del trigo es una enfermedad recurrente desde la Región del Bío Bío hacia el Sur, asociada a pudriciones en las raíces, lo cual se traduce en menor tamaño de espigas, menos granos y obviamente menos rendimiento.

Dependiendo de las condiciones que se presenten, puede llegar a causar pérdidas de hasta un 70% de la producción. En su investigación, el Dr. Moya plantea que “se toman muestras de plantas desde diferentes predios de trigo del sur de Chile, se extraen las bacterias que habitan en la raíz del cultivo y usando herramientas moleculares identificamos los genes específicos asociados a la producción de ciertos compuestos antibióticos que producen estas bacterias y que estarían asociados a la reducción del Mal del pie del trigo. Durante este año ya tenemos identificados algunos predios que tienen estas bacterias, y hemos aislado algunas de ellas. Ahora vamos a empezar a evaluar el efecto de control que tienen estas bacterias en la reducción de esta enfermedad, con la idea de poder, a futuro, desarrollar biopesticidas que puedan controlar esta y otras enfermedades en las plantas”.

Técnicas de prevención

La reducción de este hongo pasa por la rotación de cultivos. “Si un año siembras trigo y al año siguiente vuelves a sembrarlo, la enfermedad se verá incrementada en el mismo predio, lo que obliga a los agricultores a tener que cambiar de cultivo al segundo año, como máximo”, precisó el Dr. Moya.

Como actualmente no existe control sobre este tema a nivel mundial, el profesional se encuentra trabajando en colaboración con expertos internacionales. Además, en la búsqueda de alternativas que controlen esta enfermedad, se está trabajando con extractos de Quillay.

“En mi tesis de magister determinamos que los extractos de Quillay inhibían el desarrollo de ciertos hongos y en trabajos posteriores demostramos que inhibían al patógeno que causa el mal del pie, entonces ahora en este proyecto Fondecyt estamos evaluando cómo influyen en el crecimiento de las poblaciones de estas bacterias inhibitorias de esta enfermedad”.

La idea final, de acuerdo al Dr. Moya, es buscar compuestos naturales que -mezclados con estas bacterias- permitan desarrollar un biopesticida amigable con el medio ambiente.

Francisca Olave
Periodista

Fuente: Panorama

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