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Tras años de trabajo para preservar al toromiro (Sophora toromiro), especie en extinción en Isla de Pascua, una nueva partida de pequeñas plantas viajó desde la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción, Campus Chillán, rumbo a Rapa Nui, a un vivero de Conaf, donde comenzó su proceso de adaptación, previo a su hogar definitivo.

Un equipo de académicos e investigadores de la Facultad de Agronomía UdeC, liderados por la Dra. Macarena Gerding González, en conjunto con personal de Conaf Rapa Nui y el Dr. Jaime Espejo, consultor de CMPC, llevaron a cabo una investigación sobre “Microorganismos simbióticos para la inoculación y restablecimiento de la especie extinta en Rapa Nui: Sophora toromiro”, con el que se iniciaron las tareas para la preservación y reintroducción del toromiro. “Nosotros como Universidad de Concepción, participamos en particular en lo que ha sido la selección de microorganismos para acompañar a esta especie en su restablecimiento en suelos que están muy empobrecidos y degradados y en eso llevamos más de seis años”.

En este tiempo, según lo explicado por la experta, se seleccionaron bacterias, fijadoras de nitrógeno y gracias al proyecto financiado por la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo (VRID), de la Universidad de Concepción, en estos dos últimos años, pudieron comenzar a seleccionar hongos micorrícicos y bacterias rizoféricas que aportarán otro tipo de nutrientes como fósforo y potasio y hormonas y enzimas que promovieran el crecimiento de las raíces y la tolerancia de las plantas al estrés hídrico. Esta última etapa contó la participación de los académicos Arturo Calderón y Leandro Paulino, los investigadores Pía Oyarzúa, Mauricio Sanz, Tamara Quezada, y estudiantes de pre y postgrado de la Facultad de Agronomía UdeC.

El trabajo desarrollado a través de los seis años implicó diversas tareas que detalló la Dra. Gerding. “Seleccionamos microorganismos durante dos a tres años y ahora ya estamos reestableciendo las plantas inoculadas. Nosotros las reprodujimos acá en los laboratorios de Agronomía UdeC, con las semillas descendientes del árbol que está en el jardín botánico de Viña del Mar, las que fueron inoculadas en un sustrato inerte e inoculadas con su consorcio microbiano específico para luego enviarlas a Rapa Nui”, previa revisión y certificación por parte del Servicio Agrícola y Ganadero, SAG, de Ñuble.

Al respecto, el Director Regional del SAG de Ñuble, Osvaldo Alcayaga, destacó que “en primer lugar, estamos orgullosos como institución de ser parte de este proceso, que es una de las funciones del SAG, que es certificar los envíos de productos, en este caso, agrícolas, a Isla de Pascua, con la finalidad de proteger a la isla de plagas y enfermedades que pudiesen estar en el continente y que no tienen presencia allá. Hoy estamos verificando que el sustrato y que las plantas cumplan la normativa vigente”.

TRABAJO EN LA ISLA

El trabajo para preservar esta especie comenzó en 1953 cuando Efraín Volosky colectó semillas que provenían del único ejemplar de la especie existente en la isla, y las envió al continente. Algunas de ellas se llevaron al Jardín Botánico Nacional de Chile, en Viña del Mar, donde su administrador, Patricio Montaldo, las hizo germinar en 1956 y obtuvo una sola planta madre, crecida en malas condiciones. De las semillas producidas por esta, en 1992 se hicieron germinar cien, lográndose noventa y ocho plantas. Nueve se llevaron a Isla de Pascua y el resto se repartió entre Santiago (Maipú), la Universidad de Concepción (Concepción), el Arboretum de la Universidad Austral de Chile para cruzarlas y producir más semillas.

Posteriormente el 2018 nace la idea de preservar el árbol originario de la Isla de Pascua, que fue descubierto entre 1772 y 1775, y que comenzó a extinguirse en su hábitat natural en 1960. Fue gracias a de un proyecto de cuatro años (2020-2024) con el que se buscó la reinserción del toromiro en su hábitat, y en ello trabajaron Conaf-Rapa Nui, CMPC y la Universidad de Concepción.

En este sentido, Estefany Pate, viverista del vivero Mataveri Otai en Rapa Nui, destacó la importancia del trabajo desarrollado. “Esta es la etapa final del proyecto de rescate del toromiro que ha tenido muy buenos resultados y por lo mismo se agradece a todos quienes han colaborado en este trabajo que ahora se enfoca en la recepción de dieciséis plantines germinados. Nosotros realizamos colecta de suelo de diferentes zonas de la isla con la idea de prospectar pastos nativos en la búsqueda de hongos y bacterias necesarias para asociar al toromiro. En la isla recorrimos particularmente la costa norte cercana a Anakena, y la bajada del Ranukau”.

Por su parte, Mauricio Sanz, ingeniero agrónomo de la UdeC y coinvestigador del proyecto, quien además participó en el taller de capacitación al personal del vivero Mataveri Otai, destacó que, “esta reforestación es importante porque el toromiro es parte de la cultura Rapa Nui. Es un árbol endémico y simbólico de la isla y ocupa un nicho ecológico importante que es la fijación de nitrógeno porque es una leguminosa y lo que debemos procurar ahora es que estos plantines se mantengan vivos en la isla, pese a la mala calidad del suelo y la falta de microrganismos que poseen. Por eso fue importante la recolección de hongos micorrícicos y bacterias que hicimos previamente”.

Cabe destacar que el material recolectado en Rapa Nui y traído al Campus Chillán para su análisis, fue facilitado por Servicio Agrícola y Ganadero de dicho territorio, así como los plantines que se llevaron desde la Universidad hacia la isla, fueron inspeccionados y certificados por el SAG.

– Encuentro de representantes de Laboratorios de Suelos de América Latina y el Caribe se reunieron en el Campus Chillán de la Universidad de Concepción.

“Caminos hacia la Precisión en el Análisis de Suelos: Avance de los Laboratorios de Suelos en América Latina y el Caribe”, fue el nombre del taller que se desarrolló en el reciente encuentro de Laboratorios de Suelos de América Latina y el Caribe que se llevó a cabo en el edificio Bicentenario en Santiago, y en el Campus Chillán de la Universidad de Concepción.

El encuentro tuvo su inauguración en la ciudad de Santiago y contó con la presencia del ministro de Agricultura de Chile, Esteban Valenzuela; de Mario Lubetkin, subdirector General y Representante Regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), del director nacional del Servicio Agrícola y Ganadero, José Guajardo; del Decano de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción, Guillermo Wells; del director de la División de Tierras y Aguas de la FAO, Lifeng Li; de Miriam Ostinelli del Comité Directivo de GLOSOLAN; y Sol Ortiz García, presidenta de la Alianza por el Suelo de América Latina y el Caribe, así como otros destacados expertos internacionales en materia de suelos.

El evento, organizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), por el Servicio Agrícola Ganadero (SAG) y por la Red Latinoamericana de Laboratorios de Suelos (LATSOLAN), en conjunto con la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción, se enmarcó, además, dentro de la serie de actividades que se desarrollan en el contexto del aniversario 70 de la Facultad de Agronomía y los 70 años que también cumple el Campus Chillán de la UdeC. Tuvo como objetivo actualizar los conocimientos sobre los principales trabajos relacionados con la armonización de metodologías que los laboratorios de suelos utilizan en la región y a escala global, así como también revisar el plan de trabajo regional y avanzar en la organización de la próxima prueba de competencia (PT) interlaboratorios regional que se realizará este 2024, y que busca asegurar la calidad de la información que se entrega.

En este sentido, la presidenta de la Red Latinoamericana de Laboratorios de Suelo, (LATSOLAN) y responsable del Laboratorio de Suelos y Plantas de la Facultad de Agronomía UdeC, María de los Ángeles Sepúlveda, manifestó que “en este taller ahondamos respecto del control de calidad en todo lo que es análisis tanto físico, químico y biológico, en el desarrollo en sí del trabajo en laboratorio, como el tema de

seguridad dentro de los laboratorios , así como en los ejercicios interlaboratorios que se orientan a asegurar la calidad de los resultados que se entregan tanto a nivel de investigación, público y de usuarios”.

Por su parte, Miriam Ostinelli, del comité directivo de la Red Global de Laboratorios de Suelos, GLOSOLAN, agregó que “el objetivo principal es armonizar el trabajo de los laboratorios y buscar siempre la mejora en la calidad de los resultados, porque justamente son esenciales para la toma de decisiones posteriores, porque quienes son usuarios de esos resultados pueden hacer una inversión de una fertilización, si estamos hablando de un investigador, para decidir un manejo sustentable del recurso suelo o si estamos hablando de que el usuario es el Estado, por ejemplo, distintos niveles del Estado, se van a decidir políticas basadas en esos resultados, por lo tanto es necesario armonizar el trabajo de los laboratorios”.

Javiera Suárez, especialista en proyectos de producción sostenible y gestión de suelos, que se desempeña en la Oficina regional de la FAO para América Latina y el Caribe y quien estuvo apoyando en el desarrollo de este evento en los temas administrativos y logísticos, también destacó la relevancia técnica de realizar estos encuentros presenciales: “contar con datos confiables e información actualizada sobre los suelos permite una adecuada y pertinente toma de decisiones que desencadena políticas públicas que contribuyen al manejo sostenible de los suelos”.

ESPECTROSCOPIA

Uno de los temas innovadores presentados, fue la espectroscopía de suelo, técnica analítica que se utiliza para medir diferentes propiedades del suelo en laboratorio, pero de manera mucho más eficiente y costo efectiva a largo plazo en comparación a los métodos tradicionales de medir las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo. “Es una metodología nueva, segura, más rápida, pero requiere de una tecnología muy avanzada y por lo mismo se necesita de un background muy contundente de química tradicional y junto a este tema ahondamos en el análisis biológico y químico porque son parámetros muy importantes para un manejo sostenible del suelo”, indicó el coordinador global de la Red Mundial de Laboratorios de Suelos, Filippo Benedetti.

Los expertos concordaron en que en Latinoamérica en general y el Caribe existe muy poco conocimiento en relación con la espectroscopía y que se hace necesario capacitar al respecto ya que si bien es una técnica utilizada hace más de 30 años se requiere enseñar sobre el método de conocer las estructuras atómicas y moleculares del suelo.

El trabajo y los acuerdos alcanzados en este encuentro serán retomados cuando los especialistas y expertos en suelo definan los principales lineamientos a considerar para este año y proyectar los objetivos a mediano y largo plazo para la región de Latinoamérica y el Caribe.

-Ideas plateadas, van en directo beneficio de la Agricultura Familiar Campesina.

Académicos de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción, especialistas del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA-Chile), y representantes del Ministerio de Agricultura de Chile (INDAP, SAG y ODEPA) se reunieron en el seminario sobre sustentabilidad de los suelos y resiliencia de la Agricultura Familiar Campesina (AFC) frente al cambio climático, actividad que organizó el Comité de Extensión y Vinculación con el Medio de Agronomía UdeC.

El evento tuvo como objetivo evidenciar las consecuencias del cambio climático en la agricultura y difundir propuestas de mitigación y resiliencia para la AFC, actuando conjuntamente, la academia, el sector público, organismos no gubernamentales y los agricultores.

Dentro de las propuestas planteadas en la oportunidad destacó la del académico y director del Departamento de Suelos y Recursos Naturales de Agronomía UdeC, Dr. Marco Sandoval Estrada, quien se refirió a “Una propuesta de mejoramiento y sostenibilidad de suelos en el marco de la agricultura familiar campesina”, destacando que en el contexto del cambio climático “es necesario proponer soluciones concretas y evaluar también si nuestras soluciones tienen un efecto real y por eso es importante generar este tipo de espacios donde se analizan diversas ideas, como la que planteé considerando que dentro del cambio climático se considera la intensidad de las lluvias y lo que podemos hacer es aprovecharla con acumuladores de agua, que es una estrategia que existe aquí mismo en la zona en Florida, y que sirven en momentos críticos”.

Otra de las estrategias planteadas para la AFC durante el evento fue la utilización de vasijas de greda elaboradas en Pomaire para el riego y que promueve el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA). “Es una alternativa súper válida, sustentable, bonita, que genera economía circular y desarrollo local. Es un medio para el buen uso de agua, a bajo costo y que realmente tiene todos los elementos para ganar-ganar. Si bien estas vasijas comenzaron a realizarlas los artesanos de Pomaire, ya también se están haciendo en La Araucanía y otras regiones de Chile”, explicó Hernán Chiriboga Pareja, representante de IICA-Chile.

Respecto del desarrollo del seminario, el Decano de la Facultad de Agronomía, Guillermo Wells Moncada destacó que, “como una institución generadora de conocimiento es nuestro deber divulgarlo, originando interacción entre los diferentes participantes y fomentando la práctica y difusión de estos sistemas productivos en beneficio de la sociedad y estableciendo relaciones de colaboración que permitan visualizar nuevas problemáticas que trae el cambio clima a nuestra agricultura familiar campesina e indígena, buscando siempre soluciones sostenibles, seguridad alimentaria y responder a la mitigación del impacto del cambio climático. Miles de agricultores y agricultoras nacionales se enfrentan a incertidumbres frente al cambio en el clima y debemos construir resiliencia, reforzando a las comunidades con herramientas para la preservación y mejoras de sus condiciones”, puntualizó la máxima autoridad de Agronomía UdeC.

Académico de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción, Dr. Hernán Rodríguez Ríos, especialista en producción avícola, es enfático en señalar que en general y en las zonas donde se ha detectado influenza aviar, el consumo y manipulación de los productos derivados de las aves no implica contagios a las personas con la enfermedad.

Por lo mismo, el académico señala que hasta el momento no hay pruebas de que alguien padezca la enfermedad por consumir carne de ave infectada, si ésta ha sido cocinada adecuadamente.

Por la detección de brotes de gripe aviar en distintos puntos del mundo e incluso uno ocurrido recientemente en la comuna de Chillán Viejo, el académico llamó a la tranquilidad, ya que se están aplicando los protocolos sanitarios pertinentes en estos casos.

“Debemos diferenciar en primer lugar a quienes crían aves confinadas y a quienes crían gallinas en sistema traspatio. En general, la bioseguridad independiente del sistema de producción debe incluir: evitar el contacto físico de las aves del plantel con aves silvestres, usar pediluvios en la entrada principal y de cada galpón, evitar visitas no indispensables a la zona de producción, mantener el alimento concentrado y granos alejado de aves silvestres y otros vectores, como roedores, separar por especies los sitios de producción y crianza, es decir, no mezclar crianza de diferentes especies (patos, gansos, pavos)”, precisó el experto quien además comentó como llegó esta enfermedad viral a nuestro país.

“A Chile, llega la enfermedad debido a la presencia de aves silvestres que migran principalmente desde Canadá, a través de las corrientes cálidas de la atmósfera. Su viaje hasta nuestro país les toma aproximadamente 15 días, llegando en un gran porcentaje entre las regiones de Valparaíso y Bío Bío, específicamente a los humedales. Una vez en Chile, estas aves migratorias comparten hábitat con las aves silvestres chilenas, las cuales diseminan la enfermedad a través del resto del país”.

En este contexto afortunadamente, el Servicio Agrícola y Ganadero, SAG, realiza de manera eficiente un control de la enfermedad a nivel nacional, “y se sugiere enfáticamente que, ante la duda de contagio dentro de un plantel de aves, se le comunique al fono consulta del SAG de su comuna o región”, puntualizó el Dr. Rodríguez

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