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Equipo multidisciplinario de expertos de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción y de la Universidad Autónoma Metropolitana de México, continuando con la línea de investigación, que ya arrojó resultados en Amaranto, ahora investiga la inclusión de algas rojas: Gracilaria sp. en la dieta de aves ponedoras y su efecto sobre las variables productivas y concentración de colesterol en los huevos.

Según lo explicado por el Dr. Hernán Rodríguez Ríos, quien lidera la investigación, se trata de reducir el colesterol que presentan las yemas del huevo de gallina. “La evidencia científica hace décadas demostró que el colesterol del huevo es beneficioso para la dieta de las personas, fomentando su consumo. Sin embargo, algunas personas con predisposición a la hipercolesterolemia, aterosclerosis, entre otras enfermedades, requieren dietas especiales y son el foco de las nuevas investigaciones que abordan la disminución de colesterol en huevos y otros alimentos”.

El alga estudiada es cultivada en la región de Atacama, Chile, secada al sol y triturada para ser incluida en la dieta de las aves, para lo cual se utilizaron 200 gallinas ponedoras de 40 semanas de edad, divididas en 4 tratamientos y 5 repeticiones, distribuidas en un diseño de bloques al azar.

“Los tratamientos de suplementación con algas fueron de 0, 15, 30 y 45% y se evaluó la ingesta semanal de alimento, la producción de huevos y alimento. Se calculó la conversión y la masa del huevo. El contenido de colesterol se determinó en 480 huevos recolectados al azar por semana por repetición y tratamiento”, explicó el académico.

Los expertos agregaron los datos fueron analizados con ANOVA y prueba de Duncan (p<0,05). El tratamiento de 30 y 45% se suspendieron en la quinta y cuarta semana, respectivamente, debido a disminución del consumo de alimentos y cese de la postura de huevos.

“El contenido de colesterol de la yema disminuyó de 23,36 a 17,27 mg de yema-1, debido a la inclusión de las algas. La inclusión del alga: Gracilaria sp, disminuye el nivel de colesterol de la yema de huevo, pero altera el consumo de las aves de corral, posiblemente por los altos contenidos de sal”, precisó el académico.

Según lo detallado, la investigación con Gracilaria sp y otras algas continuará buscando adecuados alimentos proteicos para gallinas, que además de disminuir el colesterol en las yemas de los huevos, no afecte los índices de postura, lo cual se espera lograr con un procesamiento de las algas, modificaciones de los niveles de inclusión y combinación con otros ingredientes.

 

Desde hace algunos meses, expertos de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción, se encuentran desarrollando en Quillón el levantamiento de información con miras a establecer un proyecto de investigación para el rescate de las cerezas ‘Corazón de Paloma’, a través de un convenio en curso con la Municipalidad de Quillón, y con el apoyo de profesionales del Programa de Desarrollo Local (PRODESAL).  Debido a ello, y tras los incendios forestales que afectaron la zona en febrero pasado, el equipo UdeC realizó una visita para diagnosticar la situación en terreno y resolver técnicamente, dudas que presentaron los agricultores, aun cuando algunos de sus huertos no se hayan quemado.

“Hemos visitado cinco productores de los ocho con los que trabajamos en el sector de Queime en Quillón, y la verdad es que hay algunos efectos en los huertos de cerezos que son evidentes”, comenzó explicando el académico y director del Departamento de Producción Vegetal, Dr. Richard Bastías, quien está trabajando junto al equipo que conforma con los ingenieros agrónomos e investigadores Ignacio Urra y Constanza Meza  del laboratorio de Fruticultura, y que en la oportunidad fueron acompañados por la profesional del PRODESAL de Quillón, Sandra Sáez.

“Lo primero que vimos, y de acuerdo con lo que también conversamos con los productores, es que ellos lograron contener los incendios a través de cortafuegos, y labores de apoyo entre los vecinos de localidades muy pequeñas que están insertas en medio de los bosques, entonces se vieron rodeados por el fuego que se aproximó a escasos metros de los huertos de cerezas. Uno de los primeros efectos que observamos es que los árboles de huertos de cerezas ‘Corazón de Paloma’ presentan brotes muy pequeños. En una temporada normal los brotes de especies como el cerezo deben crecer mínimo 15 o 20 cm, de ahí hacia arriba. Este crecimiento ocurre en primavera, pero prosigue, aunque a menor tasa, en verano. En este caso observamos muchos árboles con crecimientos menores, incluso sin crecimiento, lo que en gran parte se debe a la sequía y poca disponibilidad de agua que vienen sufriendo desde hace años estos productores, pero que también fue exacerbado por el estrés térmico de los incendios”.

El poco crecimiento es sólo uno de los problemas registrados, según explicó el experto, ya que también observaron que los brotes presentan un color de madera frutal muy amarillo, especialmente en uno de los huertos en donde el fuego estuvo más cerca de los árboles, lo que evidencia una importante deshidratación. “Afortunadamente la madera frutal de más de dos años, donde se produce la fruta, está sana, así como también lo están las raíces de los frutales que no se quemaron. De hecho, había crecimiento de hijuelos o sierpes; un tipo de brotes, que es indicativo de que las raíces están vivas”.

REGISTRO TÉRMICO

El uso de sensores dispuestos en puntos estratégicos de los huertos permitió determinar posibles efectos en los cultivos por el calor excesivo que se generó en el periodo de los incendios. ”Al revisar in situ los datos pudimos determinar que todos los huertos visitados alcanzaron temperaturas sobre 40° durante el periodo de los incendios y donde el fuego estuvo más cerca de los árboles, sobrepasaron los 46° de temperatura, lo que sumado a la densa capa de humo que en el lugar se extendió por más de dos semanas, generó condiciones que claramente afectaron a los árboles con síntomas de caída prematura de las hojas”.

Esa situación provocará también que exista poca acumulación de reservas de carbono y nutrientes en general, para el próximo año.  “Eso va a ser seguro, porque además estos huertos están en una condición de constante escasez de agua. Entonces nuestra recomendación, es vigilar que se cumpla con un adecuado programa de fertilización nutricional al suelo y raíces para la primavera entrante”, indicó el Dr. Bastías.

POSIBLES REPERCUSIONES

Considerando la experiencia de los estragos agrícolas provocados en los incendios del 2012 y 2017, el experto manifestó que, estos árboles de cerezos podrían presentar en su próxima temporada una mayor incidencia de “frutos mellizos”, flores y frutos deformes o alteraciones en la fenología (fecha de floración). “Este trastorno se genera por altas temperaturas justamente en febrero, que es cuando está ocurriendo la diferenciación floral de las flores del árbol que van a florecer al año siguiente, y que dado los registros de temperaturas extremas provocadas por los incendios es muy probable que ello ocurra”, explicó el investigador, lo que podría significar mermas importantes de rendimiento en estas cerezas.

Finalmente, el Dr. Richard Bastías sostuvo que es importante sacar una enseñanza de esta situación. “Definitivamente urge que se establezcan políticas de estado en el ámbito de ordenamiento territorial que permitan salvaguardar de alguna manera estos agroecosistemas rurales, como el de productores de cerezas ´Corazón de Paloma´, frente a emergencias como los incendios forestales. Nosotros como universidad estamos muy motivados en trabajar a largo plazo en el rescate de esta variedad no solo para preservar su genética, sino que también para desarrollar una alternativa de negocio con identidad de origen de mayor sustentabilidad para los pequeños productores de Quillón, pero cuando existen estas catástrofes como incendios existe una alta probabilidad de perder material genético único y relevante”, puntualizó.

Por Francisca Olave Campos

Más de medio centenar de personas, entre estudiantes, académicos y autoridades de Ñuble participaron recientemente del III Workshop de jóvenes investigadores de Ciencias Agronómicas, que organizó el Programa de Postgrado de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción.

La jornada se realizó en el marco de la temática: “Agricultura sostenible: adaptándonos a los cambios globales”, con el fin de dar a conocer innovadoras investigaciones en el mundo del agro, así como intercambiar experiencias y metodologías en el área de la agricultura.

El congreso desarrollado en modalidad híbrida reunió en las Termas de Chillán a expertos nacionales y extranjeros, destacando las charlas magistrales del Dr. Alejandro del Pozo, de la Universidad de Talca, Chile, quien presentó el tema, “Mejorando la adaptación de cultivos a ambientes propensos a sequía a través de fenotipado de alto rendimiento y estudios de genómica”, el Dr. Stephen Good, de la Universidad Estatal de Oregon, Estados Unidos, quien se refirió a las “Investigaciones de los componentes de la evapotranspiración para una mejor comprensión de los sistemas naturales y agrícola” y la charla del Dr. Pedro Balatti, de la Universidad de la Plata, Argentina, quien expuso sobre “Interacciones entre los organismos del microbioma de las plantas: Microorganismos benéficos y patógenos”.

La actividad que se ejecutó a través de los programas de postgrado de Agronomía UdeC, contó con el auspicio del Centro de Recursos Hídricos para la Agricultura y la Minería de la Universidad de Concepción, CHRIAM, y fue la oportunidad para que los jóvenes investigadores, estudiantes de magíster o doctorado o recientes titulados presentaran sus trabajos relacionados con la producción sustentable de alimentos, suelos agua y medio ambiente, así como la protección sostenible.

BALANCE CONGRESO

En este sentido, la directora del programa de Doctorado en Ciencias de la Agronomía, Dra. María Dolores López hizo un positivo balance de los temas presentados por los jóvenes investigadores. “Tuvimos dos días de actividades intensas, de exposiciones, discusiones e intercambio de ideas muy interesante, donde en diferentes sesiones se pudo plantear y discutir algunas de las tendencias actuales en investigación enfocadas a la producción de alimentos más sustentable bajo estrés abiótico, la protección del recurso suelo con su rol clave en el secuestro de carbono para mitigar los efectos del cambio climático, el uso del biocarbón, el impacto de nuevos contaminantes emergentes como los microplásticos y la utilización de técnicas moleculares aplicadas a la protección vegetal. Temas innovadores que se están desarrollando en relación con el agro”.

Por su parte, la directora del Programa de Magíster en Ciencias Agronómicas de la Facultad de Agronomía UdeC, Dra. Marisol Vargas agregó que, “en esta tercera versión del Workshop, que es una iniciativa que nació de nuestros propios estudiantes, quisimos ahondar en diversas materias, identificando problemas científicos o tecnológicos en el mundo del agro y planteando también algunas soluciones generadas a partir de las investigaciones desarrolladas por los estudiantes de postgrado”.

En el encuentro estuvo presente también, el seremi del Medio Ambiente de Ñuble, Mario Rivas, quien participó de la Mesa Redonda sobre la Agenda 2030, donde se trataron temas relacionados con la bioeconomía, protección de los ecosistemas, participación de la mujer en el agro, importancia de las buenas prácticas ambientales para enfrentar el cambio climático, entre otras temáticas, que fueron discutidas por los invitados Dr. Pablo Cornejo de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, la Dra. Ángela León de la Corporación Universitaria Lasallista de Colombia, el Dr. Lizardo Reyna de la Universidad Técnica de Manabí en Ecuador y el Dr. Antonio Pinto de la Universidad de Concepción.

Por Francisca Olave Campos

Académico de nuestra Facultad Dr. Winfred Espejo Contreras realizó recientemente en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras el taller de “Escritura de artículos científicos para revistas de alto impacto”.

El objetivo fue fortalecer las competencias para las publicaciones de informaciones en revistas indexadas, por lo que el académico destacó la importancia de esta actividad. “La realización de este taller entregó a los docentes y estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras capacidades y herramientas para realizar publicaciones de alto impacto. Este trabajo será, además, de gran relevancia para poder realizar investigaciones en conjunto entre ambas casas de estudio”.

Gracias a las gestiones realizadas por el UNAH-Tec-Danlí con la Universidad de Concepción en Chile se favorecen las capacidades, desarrollo de talentos, la gestión del conocimiento, la investigación científica y la vinculación con el medio, sobre todo en el estudio de las ciencias ambientales y la agronomía.

El taller fue inaugurado por la Dra. Doris López, directora por Ley de UNAH Danlí y Raúl Figueroa director de la Junta de Dirección Universitaria e investigador de la UNAH bajo la organización del coordinador de investigación, Andy Banegas y la coordinadora regional de Vinculación y Enlace de Internacionalización, Isis Montes La actividad contó con la presencia de docentes, alumnos y egresados de la mencionada institución.

En la categoría Formación de Capital Humano Avanzado con Impacto en el Pregrado, fue reconocido recientemente, nuestro académico del Departamento de Suelos y Recursos Naturales, Dr. Erick Zagal Venegas, en la ceremonia de Reconocimiento a la Investigación y Creación Artística de Excelencia, impulsado desde la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo, VRID, y enmarcado en los lineamientos de su Plan Estratégico Institucional 2021-2030.

En su segunda versión, este reconocimiento que comenzó el año 2021, se desarrolló de manera presencial y tras recibir la distinción el Dr. Zagal valoró que las autoridades universitarias realicen este tipo de instancias.

“Mirado desde un punto de vista estratégico es tremendamente relevante ir formalizando estos reconocimientos de manera oficial y que se abarque a la investigación científica y a la creación artística es aún más destacable”, señaló el académico quien además concordó con las palabras que durante la ceremonia destacó el Rector de la UdeC, Dr. Carlos Saavedra, en relación con la investigación científica que desarrollan jóvenes profesionales. “Eso es algo nuevo y muy positivo como estímulo para ellos, ya que promueve las labores de este tipo entre jóvenes que se están iniciando”.

Respecto de su reconocimiento en la categoría Formación de Capital Humano Avanzado con Impacto en el Pregrado, el Dr. Erick Zagal, explicó el contexto en el que surge esta sección. “Se relaciona con ir ampliando los vínculos del quehacer de los académicos con todos los ámbitos, no solo en el postgrado, donde efectivamente existe mucha más investigación en los magíster y/o doctorados, pero la idea es que las investigaciones que hacen los académicos, jóvenes o con alguna trayectoria, pueda utilizarse en la formación de los estudiantes de pregrado, sobre todo considerando la articulación que actualmente existe entre los cursos de pregrado y postgrado”.

El reconocimiento obtenido por el destacado académico que tiene más de 26 años trabajando en Agronomía UdeC, y que como investigador se ha adjudicado varios proyectos Fondecyt y ha realizado innumerables publicaciones en connotadas revistas

científicas, fue altamente apreciado por él. “Creo que siempre cualquier reconocimiento hay que recibirlo con humildad y espero seguir influenciando a todos mis estudiantes, especialmente porque en el marco de nuestra disciplina que son las ciencias del suelo y el contexto que tenemos del cambio climático, los suelos nos ofrecen una gran oportunidad de mitigación y por lo mismo la formación de ellos debe ser en ese escenario que comprende también el asegurar alimentación a una población que crece y que por lo mismo se hace necesario trabajar en una agricultura sustentable”, puntualizó el experto

Un equipo multidisciplinar de investigadores de la Facultad de Agronomía y de la Facultad de Farmacia, de la Universidad de Concepción y del CEBAS-CSIC (España) lleva varios años estudiando estrategias de elicitación para enriquecer con compuestos bioactivos plantas de la familia de las brassicas, algunas muy consumidas en todo el mundo como el brócoli, rábano, o coliflor; y otras como el yuyo o el rábano silvestre que no están siendo producidas como alimentos en Chile, pero que tienen un altísimo potencial para el desarrollo de nuevos ingredientes.

Si bien son conocidas las propiedades nutricionales del brócoli, de las coles o del rábano, señaló la Dra. María Dolores López Belchí, responsable de esta investigación, desconocido es el mecanismo que lleva a estas plantas a sintetizar más o menos contenido de compuestos beneficiosos para la salud según las condiciones ambientales bajo las que estén sometidas durante su desarrollo.

La investigación de este proyecto Fondecyt Regular, tiene como foco principal buscar estrategias para producir alimentos más saludables. “Esto lo podemos conseguir con la aplicación de moléculas conocidas como elicitores que desencadenan una respuesta defensiva en la planta, sintetizando más compuestos beneficiosos para la salud, como son los glucosinolatos o compuestos fenólicos, siendo estos bien conocidos por su poder antioxidante. En este sentido, podemos utilizar estrategias de elicitación tanto en precosecha como postcosecha”, explicó la académica de la Facultad de Agronomía de la UdeC.

Entre los elicitores más conocidos está el uso de hormonas. Sin embargo, se requiere investigar nuevos elicitores que sean fáciles de manejar y más económicos y a esto se dirige esta investigación. “Hemos evaluado aplicaciones exógenas de distintos elicitores conocidos como metiljasmonato, ácido salicílico, quitosano y otros menos familiares como el agua electrolizada. Hemos sometido a las plantas a distintos factores ambientales, y los resultados han sido claros; generalmente obtenemos alimentos saludables, enriquecidos de compuestos bioactivos llegando a duplicar los contenidos de glucosinolatos o compuestos fenólicos en estas brassicas”, dijo la Dra. López-Belchí.

En el marco de este proyecto de investigación la estudiante del Doctorado en Ciencias de la Agronomía, UdeC, María Trinidad Toro Rojas, ha desarrollado un modelo de redes neuronales artificiales para predecir el comportamiento del rábano, en relación con el contenido de compuestos saludables, cuando se le aplican distintos elicitores o se someten a altas temperaturas.

“En un contexto más realista, no podemos obviar que los futuros cultivos crecerán en ambientes mucho más estresantes que los actuales.  Esto quiere decir que al igual que hay sustancias que mejoran el contenido de compuestos saludables en las brassicas, también hemos visto que hay factores ambientales que pueden disminuir su valor nutricional. Y esto es bastante delicado y requiere mucha más investigación”, comentó la académica, quien agregó que, “el cambio climático y las nuevas condiciones ambientales están afectando a la producción de alimentos.  Se sabe que habrá menos tierra cultivable y se producirán alimentos menos nutritivos. Además, no todas las variedades se van a adaptar bien a estas nuevas condiciones, por lo que se verá mermada la diversidad en la producción de alimentos”.

Frente a este panorama la experta fue tajante. “No podemos pretender producir alimentos saludables sin la amenaza que suponen las altas temperaturas, el aumento de las concentraciones de CO2, la restricción hídrica, los xenobióticos o nuevos contaminantes ambientales como los microplásticos”.

En este sentido, otro estudiante del Doctorado en Ciencias de la Agronomía, que trabaja en el proyecto, Marcelo Illanes Tapia, investiga ciertos factores ambientales o contaminantes que pueden afectar el contenido de compuestos beneficiosos en plantas como el brócoli o la coliflor. “Ya hemos visto cómo los microplásticos podrían afectar disminuyendo el contenido de glucorafanina (precursor de isotiocianatos con beneficios en la salud) en el brócoli. Hemos aprendido que estudios sobre producción de alimentos, salud y cambio climático no deben separarse. Por lo tanto, es de suma importancia conocer las respuestas de estas especies económicamente importantes ante el nuevo paradigma ambiental y con ello contribuir con nuevo conocimiento en materia de seguridad alimentaria”, puntualizó la Dra. López Belchí.

Recientemente la Fundación para la Superación de la Pobreza dio a conocer el listado de estudiantes que se adjudicaron apoyo tutorial (para tesis terminadas) y recursos económicos para proyectos de tesis, siendo una de ellas la estudiante María de los Ángeles Esparza Manríquez, quien se encuentra trabajando el proyecto, “Oportunidades para el desarrollo de productos sobre la base de la cuelcha de trigo a nivel de artesanas (colchanderas)de localidades del valle del Itata”.

Según lo explicado por María de los Ángeles, el objetivo de este proyecto es contribuir al desarrollo territorial del secano del Itata mediante la generación de un negocio sostenible basado en el patrimonio agro-artesanal de sus colchanderas, debido a que existe poca innovación en los productos elaborados con la técnica del cuelchado.

“Entre los aspectos principales, se busca nuevas oportunidades para el desarrollo de productos con base a tejidos de cuelchas de paja de trigo elaborado por artesanas de Tesis País 2022: piensa un país sin pobreza, localidades del valle del Itata, y se encuentra centrado en una intersección de temas que ofrecen desarrollos disciplinarios únicos; en acotado señalamiento se puede advertir, extensión y transferencia tecnológica, sustentabilidad económica y social, organización, comercialización y negocio, que se amalgaman con los aspectos del patrimonio cultural y territorial que se involucran entre los pilares que sustentan el enfoque del estudio”, explicó la estudiante, quien agregó que “se trabajará en base a las experiencias obtenidas en otras investigaciones y en éstas experiencias para diseñar una metodología de creación conjunta con los artesanos, que ponga en valor su patrimonio y a la vez que refresque la oferta”.

Los y las colchanderas se ubican en las localidades de Trehuaco, Ninhue y Quirihue, donde se harán jornadas de talleres y transferencia tecnológica, capacitaciones orientadas a agrupaciones de emprendedoras.

Es importante mencionar que el proyecto se enfoca en la provincia del Itata porque allí se ha desarrollado un valioso oficio por mujeres y hombres capaces de hacer perdurar una técnica ancestral donde se trenza la paja de trigo, y no cualquier trigo, más bien, se trata del uso de trigos locales, haciendo posible uno de los atuendos más característicos de la identidad nacional: la chupalla huasa.

Debido a que la colcha ha sido y sigue siendo un recurso cada vez más importante en la economía monetaria de las familias de esta zona, actualmente existe escasa valoración y se ha visto amenazado este oficio por falta de interés en nuevas generaciones, competencias extranjeras y escasez de material, entre otros factores, por ello surge la necesidad de conservar y potenciar la tradición buscando nuevas alternativas de uso más allá de los sombreros y chupallas. “Me motiva mucho estar ampliando el ámbito de acción de la carrera de agronomía no tan solo desde el ámbito productivo, sino también del social, con impacto en las comunidades rurales”, precisó María de los Ángeles.

En este mismo sentido, de generar una investigación y reflexión sobre la pobreza, su profesor guía, el académico, Ricardo Muñoz Cisternas explicó que, “el ingeniero agrónomo desempeña un rol de mayor integración, también teniendo en cuenta  las oportunidades sobre la base de conocimientos locales o saberes agrícolas y conexos, que con alguna frecuencia da origen a modelos de desarrollo distintos y generalmente muy ligado a algún tipo de agricultura (subsistencia, excedentaria, familiar campesina, etc.) que caracteriza a los territorios, constituyendo también una vía para generar desarrollo de la ruralidad y el bienestar de su gente”.

Finalmente, María de los Ángeles, destacó el apoyo de la Fundación para la Superación de la Pobreza. “Es un gran paso y reto personal, ya que me demanda aplicar y aportar las competencias y habilidades que son parte de mi formación como futura profesional, tales como la responsabilidad social y ambiental, el compromiso ciudadano, el pensamiento crítico, la comunicación y el trabajo en equipo e interdisciplinario al servicio de la calidad de vida de comunidades locales vulnerables”.

Por Francisca Olave Campos
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