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Como Sobresaliente fue evaluada María Fernanda Matamala Bustamante quien recientemente obtuvo el grado de Magíster en Ciencias Agronómicas que dicta la Facultad de Agronomía de nuestra Universidad.

María Fernanda, presentó su investigación denominada, “Aspectos fisiológicos que determinan la variación de rendimiento entre variedades y sistemas de protección climática en arándanos”.

El objetivo de la tesis fue evaluar el efecto del uso simultáneo de plástico LDPE, rafia y malla en las condiciones de cantidad y calidad de la luz solar, variación y acumulación térmica, y su impacto en componentes fisiológicos productivos de la planta y atributos de calidad de los frutos en variedades de arándanos de arbusto alto del sur de bajo requerimiento de frío (´Legacy´) y arbusto alto del norte con alto requerimiento de frío (´Top Shelf´).

La comisión examinadora estuvo integrada por los académicos, Dr. Richard Bastías Ibarra (profesor guía), Dr. Arturo Calderón Orellana, Dr. Jorge Campos Parra, Dra. Karin Albornoz Molina, Dra. Marisol Vargas, (ministra de fe).

Su profesor guía Dr. Richard Bastías señaló que “María Fernanda realizó su trabajo de investigación de Magíster en el marco del Programa Tecnológico para la Fruticultura de Exportación zona centro–sur.16PTECFS-66641 Proyecto 4: ‘Recambio varietal y optimización del manejo agronómico de arándanos para mejorar rendimientos y calidad de fruta en la zona sur de Chile’ financiado por CORFO y la Asociación de Exportadores de Frutas de Chile A.G. a través de su Comité de Arándanos. Mediante su trabajo de investigación logró avanzar en el conocimiento sobre el uso de materiales de cubiertas en sistemas de huertos de arándanos cultivados en ambiente protegido”, explicó el Dr. Bastías.

El académico agregó además que “su principal hallazgo es que logró identificar cómo las condiciones de luz solar y temperatura bajo estas cubiertas determinan el potencial de rendimiento y calidad de frutos en variedades de arándanos de distinto origen genético, estableciendo a partir de ello un modelo que permitiría simular este comportamiento productivo del arándano cuando crece bajo distintos tipos sistemas de protección climática; información relevante para futuros manejos de este cultivo frente a la actual variabilidad climática”.

Según lo señalado por el académico, el trabajo de investigación de María Fernanda fue aceptado y se encuentra publicado en una edición especial de “Advances in Blueberry Research” de la revista Plants, cuyo trabajo original puede ser descargado desde este link: https://www.mdpi.com/2223-7747/12/20/3556

En su trabajo de investigación participaron como parte de la Comisión el Dr. Arturo Calderón, especialista en relaciones hídricas en frutales, el Dr. Jorge Campos, especialista en modelamiento matemático, y la Dra. Karin Albornoz, especialista en fisiología y manejo de post-cosecha.

Tras cinco años de investigaciones, un positivo final tuvo el reciente seminario de cierre del proyecto de arándanos que ejecutaron académicos de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción en el marco del programa Tecnológico Fruticultura zona centro sur de CORFO.

El proyecto dentro de este programa que se inició el año 2017 y finalizó en junio del presente año, fue financiado por CORFO y la Asociación de Exportadores de Frutas de Chile y fue ejecutado por investigadores de Agronomía UdeC, quienes durante el seminario dieron a conocer los resultados del proyecto presentando un modelo de producción bajo protección climática para nuevas variedades de arándanos.

“Evaluamos distintos materiales de protección combinado con distintas variedades de recambio, considerando que la industria de arándanos en Chile está con problemas de competitividad, razón por la que  hay que ir buscando un modelo de producción para las nuevas variedades que se están introduciendo y cuyos frutos son de mejor calibre, más dulce y más firmes, pero hay que protegerlas del clima porque son muy sensibles a condiciones meteorológicas extremas, lo que se ha notado con las olas de calor que hemos tenido los últimos años y por lo tanto hay que protegerlas bajo cobertura porque no se adaptan tan fácilmente”, explicó el académico del Departamento de Producción Vegetal de Agronomía UdeC, y director de este proyecto, Dr. Richard Bastías.

Para el desarrollo de este modelo de producción se instalaron dos unidades piloto de una hectárea, una en Linares y otra en Traiguén facilitadas por las empresas NiceBlue y Biofuturo. “Allí estudiamos cuál era el mejor modelo productivo a futuro, entonces hicimos un estudio productivo, micro climático, de calidad y condición de la fruta, de postcosecha, de su almacenaje, y manejos sanitarios, de poda, nutricionales y de riego. Lo anterior a través de un trabajo interdisciplinario en que participaron nuestros académicos, el Dr. Arturo Calderón quien determinó indicadores para el manejo del riego en estos sistemas, el Dr. Gonzalo Silva quien hizo estudios de la incidencia de plagas y también los doctores Bruno Defilippi y Juan Hirzel del INIA quienes colaboraron  con nosotros en los ámbitos de postcosecha y nutrición, por lo tanto, fue un trabajo completísimo”, desatacó el Dr. Richard Bastías quien centró su investigación en el análisis de microclima y de producción a través de una simulación. “Esto no es algo que se realice mucho en fruticultura, pero hicimos una simulación con todos los datos acumulados, e hicimos la proyección productiva al año 2026, para distintas combinaciones de variedad y materiales de coberturas frente a distintos escenarios climáticos y de precio, incluyendo un análisis económico, lo que es una herramienta relevante para los productores”.

ACTUAL ESCENARIO

La industria chilena del arándano se encuentra hoy en un proceso de recambio varietal para recuperar su competitividad, razón por la que este modelo de producción resulta una gran alternativa, aunque su costo sea elevado.

“Podríamos decir que para un productor no es rentable este sistema en el actual escenario porque es caro utilizar estas tecnologías de cobertura que implica inversiones de 30.000 dólares hacia arriba por hectárea, sin embargo, si se considera eventos climáticos adversos como una ola de calor, y que les podría significar, un 20% menos de precio, por pérdida de calidad y condición de frutos por exceso de calor, entonces proteger estos huertos con un material de cobertura como la malla, sí renta. Y si consideramos que, con el cambio climático, estas olas de calor continuarán en el futuro, el análisis de simulación muestra que esta tecnología es rentable y se pagaría la inversión”, precisó el Dr. Bastías.

PROGRAMA TECNOLÓGICO

La inversión realizada en este programa  donde participó la Universidad de Concepción, y que fue administrado por la Fundación de Desarrollo Frutícola y la Asociación de Exportadores de Fruta a través de su Comité de Arándanos de Chile, y en que participaron también el Consorcio Tecnológico Frutícola, la Universidad Católica de Chile  y el INIA, fue cercano a los $2.000 millones de pesos, que entre otras cosas se destinaron a la instalación de las unidades pilotos con de distintos tipos de coberturas y también de inversión en equipamiento científico tecnológico. “Estudiamos las coberturas que existen en el mercado con análisis de espectrofotometría. Probamos el plástico de polietileno, la rafia y la malla. Uno de los resultados más relevantes es que con el uso de materiales porosos como la malla, la fruta resiste mejor efectos adversos de olas de calor, permaneciendo por más tiempo con niveles mayores de firmeza en la planta y a la cosecha, que es lo que hoy interesa en el mercado, porque la firmeza tiene un impacto importante en el precio de la fruta”, indicó el experto respecto de la utilización de mallas frente al escenario de cambio climático.

“Cabe destacar que para el éxito de este trabajo investigativo fue muy relevante la participación del Comité de Arándanos de Chile, quienes a través de su director ejecutivo Andrés Armstrong y de su gerente técnico, Julia Pinto permitieron una bajada oportuna de los resultados al sector productivo a través de reuniones técnicas y jornadas de capacitación. También hay que destacar la formación de capital humano avanzado, a través de la incorporación de los profesionales Gustavo Soto y Esteban González encargados de la ejecución del proyecto en terreno, y de los alumnos de pregrado Patricia Vásquez y Felipe Concha, y de posgrado María Fernanda Matamala y Nataly Hermosilla”, puntualizó el experto.

Los alcances y resultados obtenidos en esta investigación se podrán encontrar en un manual que se publicará, en septiembre de este año, en formato impreso y digital y que quedará disponible para los productores, exportadoras, profesionales, técnicos, investigadores y estudiantes ligados a la industria del arándano y a la fruticultura.

Por Francisca Olave Campos
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