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En memoria del académico de Agronomía Humberto Serri Gallegos (1951-2018)

El pasado sábado 9 de junio un docente emblemático partió en forma repentina, dejando un vacío difícil de llenar y un gran sentimiento de tristeza en toda familia agronómica.

Humberto Serri Gallegos, fue un estacado alumno de la Facultad de Agronomía de la U. de Concepción entre los años 1970 y 1974, obteniendo su título de Ingeniero Agrónomo en 1977 con su tesis sobre el efecto del carbón volador (Ustilago avenae) en el cultivo de avena.

Sus compañeros lo recuerdan como un tipo inteligente, con habilidades que muchos quisieran tener, con una mente brillante al cual nunca lo pudieron superar en notas y así pudo obtener el premio Universidad. El bachicha de Capitán Pastene llegó a estudiar Agronomía y se quedó para siempre en  la Universidad, trabajando con los doctores,  Huib Tollenaar y Ruperto Hepp, cumpliendo  importantes labores en  docencia, investigación y transferencia de tecnologías a los agricultores, en cereales, plantas  medicinales, frutales y berries.

Le gustaba estar en su laboratorio y en sus campos experimentales, también desempeñó diferentes cargos administrativos, obtuvo su grado de Magister en Producción Vegetal, hasta llegar a Profesor Asociado. Era una persona alegre, de muy buen humor, que le gustaba compartir y expresar su alegría con una risa estridente, siempre dispuesto a colaborar y solucionar problemas.

Por su profesionalismo, dedicación y su constante actitud positiva ante la vida, Humberto Serri cultivó un inmenso cariño que expresaron estudiantes y sus pares tras su partida.

Él representaba al típico ex -alumno de nuestra Facultad, con gran compromiso con la Universidad, cuyo legado quedará plasmado para siempre en sus alumnos, colegas  y amigos.

Era un asiduo participante en fiestas, paseos, celebraciones, donde desbordaba alegría y buen humor. Sus historias agronómicas serán difíciles de olvidar, y de ahora en adelante su espíritu alegre y festivo andará rondando por salas de clases, laboratorios y parcelas experimentales.

Para todos los que tuvimos la suerte de conocerlo y compartir con Humberto como estudiantes, profesionales y docentes, será difícil asumir su partida. No nos olvidaremos de su variedad de trigo, de las plantas medicinales, de sus importantes aportes al cultivo del arándano, y de todas sus historias de vida que con tanta gracia le gustaba contar.

El  “GRACIAS PROFE” expresado por sus alumnos y alumnas en el último adiós reflejaron su destacada labor académica en la Facultad de Agronomía.