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En el “Open International Conference on Grapevine Physiology and Biotechnology” (Open-GPB2024), el cual se llevó a cabo recientemente en la ciudad de Logroño, La Rioja, España, participó la académica, Dra. Claudia Muñoz Espinoza, del Departamento de Producción Vegetal de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción.
El congreso que reúne a la comunidad científica de investigadores en vides, y que se realiza cada cuatro años, fue una oportunidad para que la profesora Muñoz Espinoza presentara como co-autora dos trabajos: «El QTLome de la vid está maduro: encuesta QTL, bases de datos y primeras aplicaciones» (“The grapevine QTLome is ripe: QTL survey, databasing, and first applications”), correspondiente a una presentación oral realizada por la Dra. Silvia Vezzulli, y «Caracterización de la compacidad del racimo e identificación de genes asociados en una colección diversa de cultivares de Vitis vinifera L.» (“Characterization of bunch compactness and identification of associated genes in a diverse collection of cultivars of Vitis vinifera L.”) presentado por el Dr. Marco Meneses en formato de poster, financiado por FONDECYT/ANID (proyecto 1221410). Además, en el contexto de la iniciativa internacional Grapevine-QTL Browser (https://grapedia.org/qtl-browser/), la cual reúne a científicos del área de genética y genómica en vides a nivel mundial, la profesora Muñoz Espinoza actualmente lidera el grupo Vitis Ontology Team y participa en los grupos asociados a Morfología (“Morphological team”), y Fenología (“Phenological team”).
Cabe destacar que la Dra. Muñoz-Espinoza es la única científica sudamericana, junto a dos colegas de INIA La Platina, que participa en esta iniciativa internacional enfocada en genómica de vides.

Con Distinción Máxima fue calificada Francisca Fuentes Gangas, quien recientemente se tituló como Ingeniera Agrónoma de nuestra Facultad.
Francisca, presentó su investigación denominada, “Toxicidad de insecticidas neurotóxicos en Apis mellifera y estrategias para su manejo racional”. El objetivo de su tesis fue analizar el efecto de los insecticidas en las abejas poniendo especial énfasis con las metodologías que se utilizan encontrándose que algunas de ellas sobredimensionan la concentración de insecticida con que el insecto está en contacto. La conclusión más importante es que los insecticidas de antigua data son por mucho los más tóxicos por lo que pronto debieran ser restringidos o por lo menos regulados de modo que no se puedan aplicar, por ejemplo, en periodos de floración.
La comisión examinadora estuvo integrada por los académicos: Dra. Pamela Williams, Dr. Erick Zagal y Dr. Neal Stolpe.
Sobre la investigación realizada por Francisca Fuentes, su profesor guía, Dr. Gonzalo Silva, manifestó que, “El 75% de los alimentos consumidos requieren en alguna etapa de la participación de las abejas por lo que de ser afectado este componente del agroecosistema todo el sistema pierde sustentabilidad y sobre todo productividad. Por tanto, se requiere de leyes y medidas de manejo y producción que protejan a las abejas”.

Con Distinción fue calificado Alberto Raúl Loncomilla Nahuelpán quien recientemente se tituló como Ingeniero Agrónomo de nuestra Facultad.

Alberto, presentó su investigación denominada, “Efecto del biocarbón sobre las propiedades agronómicas y ambientales de bocashi y compost”.

El objetivo de su tesis fue evaluar el efecto del biocarbón sobre parámetros agronómicos y ambientales de la elaboración de bocashi y compost.

La comisión examinadora estuvo integrada por los docentes: Cristina Muñoz, Inés Figueroa, Manuel Faúndez.

Para el desarrollo de su investigación Alberto contó con el apoyo de los académicos, Cristina Muñoz (profesora guía), Marco Sandoval (asesor) y Erick Zagal (asesor).

La profesora guía de Alberto Loncomilla, Dra. Cristina Muñoz, manifestó que, “la investigación consistió en evaluar el efecto del biocarbón en la elaboración de bocashi y compost; para ello, se estableció un experimento en el campo de un productor de la zona, y se elaboró bocashi y compost en mezcla con biocarbón producido desde residuos de poda de cerezos. Se pudo concluir que el uso de biocarbón tiene un impacto positivo en el proceso de maduración y calidad de bocashi y del compost, lo que permitió producir enmiendas orgánicas de mejor calidad y aportar a la gestión de los residuos en el campo. Además, otro importante aporte de esta tesis es lograr documentar con datos científicos el proceso de elaboración de bocashi lo cuál ha sido poco reportado y escasamente difundido como alternativa para producir una enmienda rica en nutrientes”.

Promover y facilitar la colaboración académica entre Chile y Suecia, organizando foros entre distintos grupos de investigación anuales y financiando actividades de doctorado, son algunos de los objetivos que tiene ACCESS, Colaboración Académica Chile Suecia, del que es parte la Universidad de Concepción a través de varias Facultades entre ellas la de Agronomía. En ACCESS participan 13 grupos de investigación y que cubren áreas sociales, artísticas, medicina, agricultura y acuicultura sustentables, biodiversidad en ecosistemas terrestres y acuáticos, minería, energía, preservación de recursos naturales, entre otros. Los grupos se han definido tratando de responder Objetivos de Desarrollo Sostenibles(SDG’s) propuestos por las Naciones Unidas (Agenda 2030).

El Foro Académico entre universidades chilenas y suecas surgió el año 2013 y se ha mantenido en el tiempo mediante encuentros que se realizan periódicamente, siendo el último de ellos el realizado en Estocolmo (Suecia) a mediados de junio pasado. Para este Foro Académico ACCESS 2024 el trabajo se focalizó en cuatro áreas: Buena salud y bienestar, Ciudades y comunidades sostenibles, Vida bajo el agua, Vida en tierra y Paz, justicia e instituciones sólidas; y donde participó el académico de la Facultad de Agronomía UdeC, Dr. Erick Zagal, quien es parte del grupo “Integrando agua, suelo, alimentación y energía hacia una agricultura sustentable en Chile y Suecia”. Este grupo de investigación se compone de profesionales de universidades suecas como la de Estocolmo, de Ciencias Agrícolas (Uppsala)y de Lund; así como de universidades nacionales como la Universidad de Chile, la Austral de Chile, de la Universidad de O´Higgins, la Universidad Católica y la UdeC.

Según lo manifestado por el Dr. Erick Zagal, el grupo de investigación al que pertenece, “trabaja en una perspectiva de integración interdisciplinaria de los pilares mencionados que definen al grupo, y que se ha propuesto en lo inmediato, como producto de las discusiones realizadas, generar un artículo científico que analice cómo incluir todas nuestras disciplinas detrás de estos pilares (agua, suelo, alimentación y energía) y hacia un objetivo de agricultura sustentable en Suecia y Chile”.

Además, en el reciente encuentro abordaron la idea de generar una propuesta de proyecto piloto “relacionado con nuestra participación como UdeC y la participación de la Universidad de Ciencias Agrícolas de Suecia, y que estudie la interacción de los microorganismos del suelo en praderas distribuidas en un gradiente climático y geológico en Suecia y Chile. La propuesta puede constituir una continuación de nuestras líneas de investigación relacionadas al rol de los microorganismos en los procesos de almacenamiento de carbono y, además, del entendimiento de la promoción y regulación del microbioma del suelo, en el crecimiento de plantas en ecosistemas terrestres y en distintos ambientes. Igualmente, permitiría la inclusión del uso de nuevas herramientas en estas investigaciones, como lo es la espectroscopia de suelo y la modelación geoespacial”.

Cabe señalar que en el encuentro también expuso otra académica UdeC, del Departamento de Ingeniería Industrial, Magdalena Jensen especialista en sustentabilidad, enfocada en sistemas de alimentación, cambio climático y cambio de uso del suelo. El segundo proyecto que se formularía y donde participa la Universidad de Chile, se relaciona con uso de paneles agrofotovoltaicos que son paneles solares por sobre los cultivos y que generan energía para el predio.

Otros pasos por seguir lo constituyen la búsqueda de financiamiento en Suecia y Chile para estos proyectos de investigación, y la incorporación de nuevos miembros al grupo con una perspectiva de equilibrio de género, inclusión de doctorandos y de la exploración de intercambio de doctores jóvenes (postdoc).

Dentro de lo destacado por el Dr. Zagal, es que en este reciente encuentro se reunieron más de 120 investigadores y que incluso fueron visitados por el Presidente de Chile, Gabriel Boric, quien se reunió con ellos para conocer el quehacer de ACCESS.

El próximo encuentro que se desarrollará el 2026 reunirá a los investigadores y autoridades en la Universidad de Concepción.

 

A pesar de que el IPC de junio registró una baja de un 0.1%, los precios en el rubro de los alimentos continúan subiendo y, dentro de ellos, las verduras y hortalizas en general. El tomate, favorito de las mesas chilenas durante casi todo el año, es uno de los vegetales que sufren la tendencia alcista.

Lo mismo ocurre con productos comunes para preparación de ensaladas, como la lechuga y el repollo, que por estos días acusan los impactos de los sistemas frontales de junio, presentando además un retraso en su temporada habitual.

“Las precipitaciones extremas causaron inundaciones en zonas agrícolas, especialmente en la zona centro-sur del país, donde se concentra gran parte de la producción de estas hortalizas. Como resultado, se han perdido cultivos por completo y otros han sufrido daños considerables, afectando directamente la oferta”, señala el académico del Departamento de Producción Vegetal de la Facultad de Agronomía, Abdelhalim Khaleb Elazab.

El investigador agrega que el exceso de humedad ha propiciado la proliferación de enfermedades fúngicas y bacterianas en los cultivos, lo que ha aumentado las pérdidas y dificultado la cosecha de hortalizas saludables.

“Las condiciones climáticas adversas también han obstaculizado la recolección, el transporte y la distribución de las hortalizas, generando retrasos en la llegada de los productos a los mercados”, indica.

Todo esto hace prever una menor disponibilidad de estos vegetales y precios por sobre lo habitual en la temporada; sin embargo, la oferta de verduras y hortalizas en invierno es amplia, de modo que es posible mantener una alimentación saludable.

El Dr. Khaleb dice que las cebollas y zanahorias han mantenido una producción estable y que pronto comenzará la temporada de zapallos italiano y camote, destacando asimismo la disponibilidad de hortalizas de hoja verde como las espinacas, que no requieren de mucha agua para su crecimiento, y de frutas de temporada, como naranjas, mandarinas, kiwis y cítricos en general, que  -dice- están en su mejor momento y aportan una gran cantidad de nutrientes.

Por otro lado recuerda que las legumbres son una alternativa económica para obtener proteínas y fibras; lo  mismo que los granos enteros como el arroz integral, la quinoa y la avena, ricos en fibra, vitaminas y minerales.

Por último, el académico recomienda realizar las compras en mercados locales o ferias agrícolas, donde es posible encontrar productos frescos con precios estables.

 

Fortalecer el sistema inmunológico

El consumo de verduras y hortalizas es bueno todo el año, por su valor nutritivo, su aporte de agua, así como su contenido de vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes, “elementos esenciales para prevenir enfermedades crónicas”, dice la nutricionista del Centro de Vida Saludable y magíster en Nutrición Humana, Pilar Benítez Cid.

La profesional señala que en invierno es especialmente importante consumir verduras que fortalezcan la salud y el sistema inmunológico, como aquellas ricas en vitaminas C, A y K, como el brócoli, repollo, espinacas, zanahorias y acelgas -propias de la estación- y enfatiza que es clave incorporar vegetales de diversos colores.

“Sabemos que muchas personas no alcanzan la recomendación de cinco porciones diarias de frutas y verduras. Además, las recientes alzas en los precios de la lechuga y el tomate, causadas por las lluvias, pueden dificultar el consumo recomendado”, advierte.

A pesar de esto, hay muchas alternativas nutritivas y económicas en las ferias libres, como las verduras de estación, anota la académica.

La profesional sugiere también variar el tipo de preparaciones y salir de la clásica ensalada de lechuga y tomate y considerar verduras cocinadas al vapor, blanqueadas o asadas.

También es posible recurrir a las verduras congeladas que -acota- son una opción, conveniente y económica y, que al ser accesibles durante todo el año, pueden ser muy útiles para mantener la variedad. Lo importante es que al ser procesadas rápidamente después de la cosecha, preservan todos sus nutrientes.

“La elección entre verduras frescas, congeladas, crudas o cocinadas depende de cada uno, pero todas las opciones pueden ser una alternativa para conseguir las recomendaciones de consumo de verduras», puntualiza la nutricionista.

 

Más sostenible

La académica del Departamento de Nutrición y Dietética de la Facultad de Farmacia, Manola Olea Vidal, destaca que para consumir frutas y verduras a precios convenientes lo mejor es preferir productos de temporada, como alcachofas, coliflor, repollo, acelga, y frutas como naranja, kiwi, mandarinas y limones.

La ventaja es que ofrecen mejor sabor y textura y aportan los nutrientes necesarios para una alimentación saludable, además de ser más sostenibles, pues están disponibles localmente, apunta la nutricionista y magíster en Nutrición Humana.

“Las formas de preparación van a depender de los gustos de cada persona, ensaladas crudas o cocidas, en guisos, budines, croquetas, etc”.

Además de las verduras hay otros alimentos de alta calidad nutricional que deben estar presentes en la dieta, como las legumbres, que aportan proteínas, fibra, vitaminas y minerales. “Es necesario recordar que para mejorar la biodisponibilidad de sus nutrientes, se deben remojar en agua por 10 a 12 hrs. y lavarlas previo a su cocción”.

Asimismo, Olea menciona que en las Guías Alimentarias para Chile del Ministerio de Salud se recomienda consumir pescados dos veces a la semana, por su aporte en proteínas y ácidos grasos esenciales como el omega 3 (presente en especies grasas como el jurel, caballa, salmón, sierra, entre otros).

Tampoco hay que olvidar las grasas vegetales provenientes de los aceites como el de oliva que ha registrado fuertes alzas en el último tiempo. “Pero existen alternativas más económicas para reemplazar el aceite de oliva tales como el de canola, maravilla y pepita de uva, usándolo de preferencia crudo en las preparaciones”, indica.

 

Por Jeannette Valenzuela Mella

Tras años de trabajo para preservar al toromiro (Sophora toromiro), especie en extinción en Isla de Pascua, una nueva partida de pequeñas plantas viajó desde la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción, Campus Chillán, rumbo a Rapa Nui, a un vivero de Conaf, donde comenzó su proceso de adaptación, previo a su hogar definitivo.

Un equipo de académicos e investigadores de la Facultad de Agronomía UdeC, liderados por la Dra. Macarena Gerding González, en conjunto con personal de Conaf Rapa Nui y el Dr. Jaime Espejo, consultor de CMPC, llevaron a cabo una investigación sobre “Microorganismos simbióticos para la inoculación y restablecimiento de la especie extinta en Rapa Nui: Sophora toromiro”, con el que se iniciaron las tareas para la preservación y reintroducción del toromiro. “Nosotros como Universidad de Concepción, participamos en particular en lo que ha sido la selección de microorganismos para acompañar a esta especie en su restablecimiento en suelos que están muy empobrecidos y degradados y en eso llevamos más de seis años”.

En este tiempo, según lo explicado por la experta, se seleccionaron bacterias, fijadoras de nitrógeno y gracias al proyecto financiado por la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo (VRID), de la Universidad de Concepción, en estos dos últimos años, pudieron comenzar a seleccionar hongos micorrícicos y bacterias rizoféricas que aportarán otro tipo de nutrientes como fósforo y potasio y hormonas y enzimas que promovieran el crecimiento de las raíces y la tolerancia de las plantas al estrés hídrico. Esta última etapa contó la participación de los académicos Arturo Calderón y Leandro Paulino, los investigadores Pía Oyarzúa, Mauricio Sanz, Tamara Quezada, y estudiantes de pre y postgrado de la Facultad de Agronomía UdeC.

El trabajo desarrollado a través de los seis años implicó diversas tareas que detalló la Dra. Gerding. “Seleccionamos microorganismos durante dos a tres años y ahora ya estamos reestableciendo las plantas inoculadas. Nosotros las reprodujimos acá en los laboratorios de Agronomía UdeC, con las semillas descendientes del árbol que está en el jardín botánico de Viña del Mar, las que fueron inoculadas en un sustrato inerte e inoculadas con su consorcio microbiano específico para luego enviarlas a Rapa Nui”, previa revisión y certificación por parte del Servicio Agrícola y Ganadero, SAG, de Ñuble.

Al respecto, el Director Regional del SAG de Ñuble, Osvaldo Alcayaga, destacó que “en primer lugar, estamos orgullosos como institución de ser parte de este proceso, que es una de las funciones del SAG, que es certificar los envíos de productos, en este caso, agrícolas, a Isla de Pascua, con la finalidad de proteger a la isla de plagas y enfermedades que pudiesen estar en el continente y que no tienen presencia allá. Hoy estamos verificando que el sustrato y que las plantas cumplan la normativa vigente”.

TRABAJO EN LA ISLA

El trabajo para preservar esta especie comenzó en 1953 cuando Efraín Volosky colectó semillas que provenían del único ejemplar de la especie existente en la isla, y las envió al continente. Algunas de ellas se llevaron al Jardín Botánico Nacional de Chile, en Viña del Mar, donde su administrador, Patricio Montaldo, las hizo germinar en 1956 y obtuvo una sola planta madre, crecida en malas condiciones. De las semillas producidas por esta, en 1992 se hicieron germinar cien, lográndose noventa y ocho plantas. Nueve se llevaron a Isla de Pascua y el resto se repartió entre Santiago (Maipú), la Universidad de Concepción (Concepción), el Arboretum de la Universidad Austral de Chile para cruzarlas y producir más semillas.

Posteriormente el 2018 nace la idea de preservar el árbol originario de la Isla de Pascua, que fue descubierto entre 1772 y 1775, y que comenzó a extinguirse en su hábitat natural en 1960. Fue gracias a de un proyecto de cuatro años (2020-2024) con el que se buscó la reinserción del toromiro en su hábitat, y en ello trabajaron Conaf-Rapa Nui, CMPC y la Universidad de Concepción.

En este sentido, Estefany Pate, viverista del vivero Mataveri Otai en Rapa Nui, destacó la importancia del trabajo desarrollado. “Esta es la etapa final del proyecto de rescate del toromiro que ha tenido muy buenos resultados y por lo mismo se agradece a todos quienes han colaborado en este trabajo que ahora se enfoca en la recepción de dieciséis plantines germinados. Nosotros realizamos colecta de suelo de diferentes zonas de la isla con la idea de prospectar pastos nativos en la búsqueda de hongos y bacterias necesarias para asociar al toromiro. En la isla recorrimos particularmente la costa norte cercana a Anakena, y la bajada del Ranukau”.

Por su parte, Mauricio Sanz, ingeniero agrónomo de la UdeC y coinvestigador del proyecto, quien además participó en el taller de capacitación al personal del vivero Mataveri Otai, destacó que, “esta reforestación es importante porque el toromiro es parte de la cultura Rapa Nui. Es un árbol endémico y simbólico de la isla y ocupa un nicho ecológico importante que es la fijación de nitrógeno porque es una leguminosa y lo que debemos procurar ahora es que estos plantines se mantengan vivos en la isla, pese a la mala calidad del suelo y la falta de microrganismos que poseen. Por eso fue importante la recolección de hongos micorrícicos y bacterias que hicimos previamente”.

Cabe destacar que el material recolectado en Rapa Nui y traído al Campus Chillán para su análisis, fue facilitado por Servicio Agrícola y Ganadero de dicho territorio, así como los plantines que se llevaron desde la Universidad hacia la isla, fueron inspeccionados y certificados por el SAG.

Los profesionales del Departamento de Suelos y Recursos Naturales de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción, Dra. Rocío Gallardo y el Dr. Juan Ortiz, participaron recientemente del XVI Taller Nacional SIG-Sistemas de Información Geoespacial, organizado por el Servicio Agrícola y Ganadero, SAG, en la UdeC, presentando la charla “Efectos en el suelo del mega-incendio de enero de 2013 ocurrido en la zona cercana al cerro Cayumanqui y Nueva Aldea”.

En la oportunidad, la Dra. Gallardo, geóloga de la UdeC, y doctora en Ciencias geológicas de la Universidad de Buenos Aires, y quien imparte la asignatura de modelamiento cartográfico en las sedes de Concepción y Chillán para la carrera de Agronomía, quien es especialista en SIG (Sistemas de información Geográfica), teledetección, riesgo geológico (peligros), análisis de cuencas y microscopía, explicó que la charla brindada junto al académico Dr. Juan Ortiz, también experto de Agronomía UdeC, se relacionó con el proyecto Fondecyt de Iniciación, en proceso de revisión por ANID titulado: “Análisis multi-escalar de mega-incendios ocurridos en las regiones de Ñuble y Biobío [2000-2023], y prognosis bio-edafo-climática reciente”.

“Lo presentado corresponde al análisis espacial del incendio ocurrido en la zona cercana a cerro Cayumanqui-Nueva Aldea, donde se determinó la distribución espacial de la cicatriz del incendio mediante uso de imágenes satelitales multiespectrales Sentinel 2 (MSI), la zona quemada fue determinada con índices espectrales NBR (Normalized Burn Ratio), el cálculo severidad del incendio se calculó mediante el uso de dNBR (delta Normalized Burn Ratio) para escenas pre y post-incendio”, explicó la experta quien agregó que además, se estimó el avance diario del incendio mediante datos históricos de FIRMS (Fire Information for Resource Management System) de la NASA.

“Se propone realizar, en base a severidad del incendio (dNBR), la intensidad de la energía radiativa liberada (FRP: Fire Radiative Power) y el tipo de uso de suelo (plantaciones forestales, bosque nativo, praderas y zonas agrícolas), un muestreo estadísticamente representativo del suelo según su grado de afectación, entre: alta, media, baja y no afectada por el fuego. Se evaluarán propiedades físicas, químicas (status de fertilidad), y mineralógicas (Micromorfología y Difractometría Rayos-X DRX) para los escenarios antes mencionados. El objetivo final, será resolver la cuestión de: ¿Cómo afecta la incidencia de mega-incendios asociados al clima mediterráneo la capacidad del suelo para proveer servicios ecosistémicos en función de los principales usos de la tierra presentes?”, precisó la Dra. Gallardo.

Por su parte el docente, Dr. Juan Ortiz, ingeniero agrónomo (con mención en suelos) que importe las clases de Clasificación de Suelos y Conservación de Suelos, en pregrado y Génesis y Clasificación de Suelos en postgrado, puso énfasis en que, “la suma de voluntades y esfuerzos que redunden en la generación de espacios colaborativos, siempre será el mejor punto de partida en la resolución de cualquier desafío. En este caso particular, el intercambio de conocimientos y vinculación de nuestra Facultad con el Servicio Agrícola y Ganadero, representa una valiosa oportunidad de proyectar los avances y prospectivas de la investigación que evalúa los efectos post-evento de mediano plazo de los mega incendios ocurridos en el periodo 2000-2023 a nivel Regional, que van desde análisis espaciales mediante herramientas de teledetección hasta la identificación de cambios a nivel microscópico en el suelo, que permitan establecer y divulgar las mejores estrategias de manejo de los ecosistemas afectados”.

Cabe agregar que durante la etapa intermedia-final del trabajo, se pretende generar instancias de promoción del diálogo que involucre el intercambio de saberes en torno a la Gestión de Riesgo de Desastres (GRD) entre grupos objetivos de la comunidad. Para ello, se propone el desarrollo de diálogos públicos y abiertos, entre expertos y expertas de las comunidades, y especialistas en temáticas GRD.

La estudiante Valentina Torres Fernández, de Agronomía-Concepción, recibió un reconocimiento como la mejor estudiante de su generación -2019-, encontrándose hoy en proceso de titulación.

El evento fue encabezado por el Rector, Dr. Carlos Saavedra Rubilar y congregó a autoridades académicas y a otros estudiantes de diferentes carreras de la UdeC, así como también a familiares y amigos de quienes recibieron este importante reconocimiento.

El Premio Universidad de Concepción se otorga a quienes obtuvieron la mejor calificación de su generación, pero además terminaron su carrera en el tiempo correspondiente y aprobaron todas sus asignaturas en la primera oportunidad.

Los premios fueron entregados por los decanos y decanas de las distintas facultades, por lo que Valentina recibió el premio de manos del decano, Guillermo Wells Moncada.

Sobre el significado de este reconocimiento Valentina Torres, señaló que, “el recibir este premio tiene gran significado para mí ya que da cuenta que todo el esfuerzo, empeño y dedicación en el transcurso de la carrera valió la pena. Además, que es una gran oportunidad para seguir mejorando y aprendiendo para crecer profesionalmente”.

Los estudiantes del Programa de Doctorado de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción, Richard García y su compañera Sandra Vargas, participaron recientemente en el curso «Herramientas moleculares aplicadas al estudio de la salud de las abejas melíferas» en el Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable en Montevideo, Uruguay.

Ambos ganaron una beca que les permitió asistir a este prestigioso curso y compartir conocimientos con estudiantes de diferentes países.

Durante el desarrollo del curso, profundizaron en diversas temáticas esenciales para la salud de las abejas:

1. Detección de Nosema apis y Nosema ceranae mediante Multiplex PCR.

2. Detección de DWV mediante qPCR.

3. Cuantificación de bacterias intestinales mediante qPCR (16S rRNA).

4. Análisis de datos de viromas mediante secuenciación masiva (HTS).

5. Análisis de datos de la microbiota intestinal mediante secuenciación masiva (HTS).

Sobre la experiencia Richard García señaló, “no solo nos enriqueció académicamente, sino que también nos permitió crear lazos con investigadores de otras Universidades de Latinoamérica, intercambiando ideas y estrategias para la conservación y el estudio de las abejas melíferas”, comentó.

-Retos medioambientales gatillados por fenómenos climáticos han sido abordados por expertos de Agronomía UdeC, para brindar soluciones a la sociedad.

Como cada 17 de junio se conmemora el Día Mundial para Combatir la Desertificación y la Sequía, contexto en el que la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción, destaca algunas de sus investigaciones para hacer frente a esta problemática mundial.

“La desertificación es un tema que viene preocupando a la humanidad a lo menos hace 40 años, producto del avance de las zonas desérticas a zonas pobladas y agrícolas, consecuencia del mal manejo que hacemos del recurso suelo. Sin embargo, con el tiempo ha ido evolucionando este concepto, hoy en día, ya no solamente se identifica con la desertificación del suelo, sino que, también con la degradación del agua y del aire, producto de la actividad humana”, comenzó explicando el profesor y director del Departamento de Suelos y Recursos Naturales de la Facultad de Agronomía, Dr. Marco Sandoval Estrada.

INVESTIGACIONES

La desertificación al ser un problema que en Chile afecta en algún grado a más del 50% de los suelos, la Facultad de Agronomía en especial a través del Departamento de Suelos y Recursos Naturales se hace cargo de dar soluciones. Es así como variadas investigaciones se han sumado a la solución y están en desarrollo. Destacan entre otros los proyectos tendientes a: la remediación del recurso suelo; la mejora en las reservas y acumulación del agua; el uso técnico de los residuos o la reducción de ellos en la actividad agropecuaria; los modelos de calidad de suelo y los protocolos de mejoramiento de estos (en especial aquellos afectados por el fuego); isotopos para entender los ciclos del agua; la valoración enzimática y nuevas técnica analíticas de menor costo, más rápidas y menos contaminantes, así como el uso de los sistemas de información geográficos y sensoriales de los procesos productivos. Lo anterior, coloca a la Facultad de Agronomía a la vanguardia para desarrollar una agricultura sostenible.

“Debemos destacar nuestra participación en un reciente proyecto adjudicado por la investigadora Dra. Cristina Segura de la UDT, y que nos va a permitir ver qué hacemos con muchos de los residuos agrícolas, por ejemplo, los plásticos en la agricultura”, explicó el Dr. Sandoval.

Otro de los proyectos mencionados por el académico es el que ha permitido desarrollar modelos en la calidad del suelo. “Ahí nos vamos a referir a la calidad física, química y calidad microbiológica, el poder determinar estas calidades en los suelos, también nos ha obligado a ir a proyectos que mejoren la analítica y me refiero a las metodologías de los laboratorios como es el caso del proyecto que se lleva a cabo aquí en el Departamento de Suelos y Recursos Naturales, por el profesor, Dr. Erick Zagal junto a su equipo. La Dra. Cristina Muñoz, ha incursionado en metodologías nuevas e innovadoras en el uso de biochar y que permite dar solución al manejo de residuos orgánicos y mejorar los suelos degradados”, comentó el Dr. Sandoval, quien también destacó los importantes trabajos en la incidencia de los micro plástico en el suelo y otras matrices, tema que lleva el Dr. Mauricio Schoebitz y también en la generación de innovación en nano insumos en el área de la fertilidad que aborda la Dra. Analí Rosas.

AGRICULTURA 4.0

Proporcionar conocimientos científicos para afrontar la desertificación y sequía es lo que diversos especialistas se encuentran trabajando, actualmente a través de la denominada “Agricultura 4.0”, que involucra a tecnología de última generación y la digitalización de los procesos silvoagropecuarios.

“Hemos comenzado a innovar con sistemas de información geográfica, que nos ha permitido desarrollar proyectos en rehabilitación de suelos afectados por incendios. Y vamos a tener esta herramienta también en lo que son el uso de drones para una mejor eficiencia tanto del uso del agua como de la producción en la calidad en el alimento y la producción agrícola, que nos referimos un poco a la inocuidad del alimento, esto lo aborda un grupo de jóvenes doctores/as, Walter Valdivia, Roció Gallardo y Juan Ortiz”, señaló el Dr. Marco Sandoval.

En este mismo contexto destaca el tema de la Salud Planetaria, que plantea la interdependencia del medio ambiente, el reino animal y los humanos. Respecto de la Salud Planetaria el Dr. Winfred Espejo destacó su relevancia y relación con la desertificación. “En todo el mundo, se han registrado casos de mala gestión del uso del suelo que han resultado en deforestación. Esta deforestación afecta la calidad de los suelos, especialmente los suelos cultivables, lo que disminuye la producción agronómica. Esta reducción en la productividad afecta la calidad de los productos alimenticios comercializables y, en última instancia, la nutrición y la salud de las personas. Además, la falta de retención de agua por parte del suelo puede dar lugar a aluviones, que pueden afectar la calidad de vida en diferentes ciudades”.

A modo de conclusión el Dr. Espejo señaló que, “si nos preocupa nuestra salud y bienestar, debemos esforzarnos por reducir la desertificación. La Agricultura 4.0 nos proporciona herramientas innovadoras que nos muestran que aún es posible enfrentar este desafío y disminuir la desertificación”.

 

Por Francisca Olave Campos

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