Aplicar técnicas de agricultura a escala reducida y entregar herramientas para que las personas logren producir su propia miel, fueron algunos de los objetivos que se propuso alcanzar un grupo de estudiantes de la Facultad de Agronomía de Concepción, quienes ofrecieron talleres de capacitación a vecinos de la comuna de Chiguayante.
De acuerdo a lo explicado por Francisco Araneda, coordinador de la actividad, en conjunto con la Municipalidad de Chiguayante, mediante la Dirección de Salud DAS
con el apoyo de la Secretaria de planificación Municipal SECPLAN, esta iniciativa se viene implementando desde el año 2016, en una estrategia comunal denominada Plan Comunal de Promoción de la Salud, cuyo objetivo general es “Detener o disminuir los índices de obesidad y sobrepeso en niños menores de 6 años”.
En este sentido, Francisco Araneda, ex alumno de la Facultad de Agronomía, señaló que, “para alcanzar este objetivo, debemos apuntar hacia la consecución de dos grandes
resultados esperados, que son; primero fomentar la adopción de hábitos alimenticios en la población y segundo, incentivar el aumento de la práctica de actividad física en la población. Una de las actividades que apunta a alcanzar el primer punto es la ejecución de Talleres de Huertos Comunitarios, intervención que ha tenido exitosos
resultados donde se ha utilizado el concepto de huerta urbana para realizar cambios de hábitos en la alimentación”.
Bajo esta perspectiva, Araneda explicó que no solo se ha
entregado una producción saludable, además, se ha creado un espacio de socialización importante entre adultos mayores los cuales hacen réplicas en sus casas aprovechando todos los espacios.
Cabe destacar que se comenzó el trabajo con los Centros de Salud Familiar, CESFAM y que actualmente trabajan con siete
grupos más entre juntas de vecinos y espacios municipalizados. “Este año se adiciona la actividad de apicultura urbana, la cual lleva tres años de intervención en establecimientos educacionales”, indicó Araneda.
Finalmente el Jefe de Carrera, de la Facultad de Agronomía en el Campus Concepción, Mauricio Schoebitz, manifestó que, “los alumnos de la Facultad han dirigido talleres transmitiendo sus conocimientos y experiencias con el objeto de fomentar cambios en los hábitos de consumo de alimentos a través del desarrollo de huertas urbanas. En el corto plazo, se espera firmar un convenio de colaboración entre la Facultad de Agronomía y el municipio de Chiguayante”.
En el marco del programa de la Agencia de Cooperación Internacional de la Alianza del Pacífico que promueve el intercambio de estudiantes y académicos, el docente, Dr. Gonzalo Silva, de la Facultad de Agronomía viajó recientemente a Cuernavaca, México, para continuar los trabajos que está desarrollando con la Dra. Liliana Aguilar, del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias de dicho país.
“Con la Dra. Aguilar estamos comenzando a trabajar una línea de investigación en conjunto que se relaciona con los compuestos naturales, con efecto nematicida”, explicó el académico.
Además, el Dr. Silva asistió a la Universidad Politécnica del Estado de Morelos, donde dictó el curso de Fundamentos del Bioensayo para la Evaluación de la Actividad Biológica Insecticida, Fungicida y Nematicida de Compuestos Naturales. “Muchos estudiantes de la Dra. Aguilar son de esta universidad y ellos son Ingenieros en Biotecnología, de ahí su interés por los nemátodos. Entonces vimos cómo realizar bioensayos para evaluar compuestos naturales con efecto insecticida, nematicida, fungicida y herbicida. Fueron cursos que desarrollamos con otros académicos de dicha Universidad así que fue bastante completo para los estudiantes e incluso profesionales que asistieron a las clases”, precisó el docente.
El viaje que se extendió por 3 semanas, permitió que el profesor Gonzalo Silva, también pudiera desarrollar una serie de vinculaciones con otras instituciones, considerando la política de internacionalización que tiene la Facultad de Agronomía.
“Está en proceso de firma un convenio con la Universidad Politécnica del Estado de Morelos, para poder potenciar el intercambio estudiantil y también estamos en este proceso con la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, que tiene dos grandes centros de trabajo que es el Centro de Investigación en Recursos Biológicos y Naturales y el Centro de Biotecnología. Con ellos firmamos una intención de convenio que es el primer paso para generar otras instancias de intercambio”.
Finalmente el académico se reunió con autoridades académicas de la Universidad Autónoma de Chapingo y del Colegio de Postgraduados en Ciencias Agrícolas, con quienes también se está trabajando para generar convenios específicos. “Nosotros como Facultad ya tenemos convenios con ambas instituciones, pero queremos generar instancias más específicas y puntuales tanto para estudiantes como para académicos. Hay temas como la producción de manzanas y arándanos que a ellos les interesa mucho”, puntualizó Silva.
Debido a que la Vid suele ser susceptible a un gran número de enfermedades, es que esta mañana se reunieron expertos nacionales y extranjeros con productores, estudiantes y empresarios de viñas, para exponerles algunas de las enfermedades más comunes de las parras y las uvas.
En este sentido se abordaron enfermedades como el oidio de la parra, el mildiu o la Roya de la Vid, pero además ciertos virus que las ataca. “Estos son problemas que han existido siempre pero ahora con el tema del cambio climático toman una nueva relevancia porque es probable que algunas de las enfermedades que tal vez no eran tan relevantes para una zona, lo empiecen a ser ahora. Con esta actividad quisimos también fortalecer las redes de cooperación tanto locales como internacionales, ya que de hecho la Facultad de Agronomía tiene vínculos con el Centro de Extensión Vitivinícola del Sur, que involucra también al Inia Quilamapu y ahora estrechar lazos con la Universidad de Santiago de Compostela de donde viene una de las expositoras”, explicó el académico de la Facultad de Agronomía, Ignacio Serra.
Uno de los temas expuestos en la ocasión fueron las “Problemáticas fitopatológicas en la producción de vides en las Regiones de Biobío y Ñuble”, que abordó el académico del Departamento de Producción Vegetal, Dr. Ernesto Moya. ”Me enfocaré al mildiu y botritis de la vid y a la pudrición ácida, entre otras enfermedades, teniendo claro que la principal enfermedad aquí en la zona es el oidio. Lo importante es que también daré algunas estrategias de control asociadas al manejo y la gestión fitosanitaria a la hora de tomar decisiones para crear programas de manejo integrado de enfermedades”.
Por su parte, la Ingeniero Agrónomo, Cristina Cabaleiro, de la Universidad de Santiago de Compostela, España, expuso en dos módulos sobre la formación de virus de la Vid y sobre una investigación en viticultura y sanidad. “En Europa hay viñedos muy antiguos, parcelas donde ha habido viñas durante cientos de años, entonces todo este tipo de enfermedades que se transmiten a veces por vectores que están en el suelo o intercambio de materiales, es necesario que se controle. Este control pasa sobre todo por la certificación de la planta, o sea que haya una institución que compruebe y analice el material y se multipliquen clones que estén libres por lo menos de los virus más importantes, ya que hay como 70 virus que afectan a la Vid”.
Finalmente, el Decano de la Facultad de Agronomía, Guillermo Wells, puso énfasis en la importancia de la vinculación. “Nuestra misión como Universidad es la generación, adaptación y transmisión de conocimiento a través de una permanente vinculación con el medio con el compromiso en el desarrollo regional y nacional en un contexto de integración y globalización y son estas instancias de encuentro y estas alianzas estratégicas las que permiten cumplir esa misión”.
Luego que investigadores de la Facultad de Agronomía se adjudicaran 84 millones de pesos para continuar con la segunda etapa de un proyecto Fondef IDeA para desarrollar un bioinductor de resistencia para el control de la conocida enfermedad “Cancro bacteriano del Kiwi” causada por la bacteria Pseudomonas syringaepv. actinidie (PSA) y que provoca serios problemas a la producción de este frutal.
De acuerdo a lo manifestado por el académico del Departamento de Producción Vegetal, de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción, Dr. Ernesto Moya, a partir de los resultados obtenidos en la primera parte de la investigación, donde se desarrolló un prototipo de este bioinductor que redujo el daño de la enfermedad bajo condiciones controladas, se continuará el trabajo desarrollado para su validación en huertos comerciales. En la primera etapa, se desarrolló una plataforma de genes para estudiar las respuestas de defensa de la planta de kiwi a compuestos inductores de este fenómeno en plantas y se definieron los microorganismos candidatos para controlar la bacteria PSA.
“Parte del proyecto son los resultados que obtuvieron en la primera etapa que muestran que tenemos bacterias que son capaces de inducir genes de resistencia en plantas de kiwi y que, además, producen compuestos antimicrobiales que inhiben el crecimiento de las bacterias lo cual hemos validado principalmente bajo condiciones in vitro y en plantas en maceta, entonces ahora vamos a empezar a validar en ensayos de campo en conjunto con la empresa Bio Insumos Nativa. La idea es poder asociar nuestros productos a los suyos y ver si podemos conseguir sinergia utilizando productos biológicos para poder lograr un control más efectivos de la enfermedad”, explicó el Dr. Moya.
El “Cancro bacteriano del kiwi” causado por la bacteria PSA, causa cancros en el tejido vegetal, manchado en hojas, aborto floral y sobre todo en variedades de kiwi amarillo, puede generar la muerte de las plantas. “Esta enfermedad está asociada a un brote epidémico que surgió entre el 2008 y el 2010 en los principales países productores y exportadores de kiwi como son Nueva Zelanda, Italia y Chile. Desde entonces ha afectado mucho el proceso de producción del fruto. En Chile, la enfermedad fue detectada el 2010 y se ha diseminado entre la Región Metropolitana y la Región del Bio Bío. De las casi 10 mil hectáreas de este cultivo que existen a nivel país, alrededor de 650 hectáreas están ubicadas en la región del Bio Bío”, manifestó el académico.
Con la nueva adjudicación de fondos, los investigadores comenzaron a principios de mes con los trabajos y se enfocarán en 3 pilares. “Primero evaluaremos la capacidad endofítica que tendrían los bioinductores, lo que ayudaría a controlar la enfermedad reduciendo la capacidad de la bacteria fitopatógena para ingresar a la planta; segundo, validarla como producto comercial en ensayos en terreno y en conjunto con la empresa Bio Insumos Nativa llegar a producirla comercialmente a través de un escalamiento preindustrial. Además vamos a trabajar en la formulación de este bioinductor en el sentido de buscar compuestos que favorezcan la producción de compuestos antimicrobiales por parte de los microorganismos que lo componen. La idea es poder agregarle a la formulación los compuestos que hagan que esta bacteria produzca más compuestos antimicrobiales y así mejorar la eficacia para poder reducir la enfermedad”, agregó el Dr. Ernesto Moya.
Cabe destacar que el principal mercado que tendría este producto es la producción orgánica de kiwi, aunque también es una alternativa para el manejo de la enfermedad en producciones convencionales, ya que lo que existe hoy en día son productos químicos, antibióticos o productos en base a cobre. “Nuestros microorganismos serían inductoras de resistencia, producirían compuestos antimicrobiales y sospechamos de algún efecto endofítico, es decir que podría estar dentro de la planta y cuando ingrese la PSA pueda eliminarla desde el interior de la planta y esto esperamos validarlo en esta nueva etapa del proyecto”, puntualizó el investigador.
Por Francisca Olave
Poniendo énfasis en las principales ventajas logradas con la utilización de mallas foto-selectivas, se dio termino al proyecto apoyado por la Fundación para la Innovación Agraria, FIA, denominado, “Mejoramiento de la competitividad de los huertos de manzanos mediante el desarrollo de mallas con técnicas foto-selectivas específicas para las condiciones climáticas y productivas de este cultivo en Chile”, iniciativa realizada por el Departamento de Producción Vegetal de la Facultad de Agronomía y organismos como la Fundación para el Desarrollo Frutícola (FDF), la empresa Delsantek (fabricante de mallas), las exportadoras: Copefrut y Unifrutti, además de productores de manzanas (Agrícola Uni-Agri, Agrícola Argomedo Ltda. y Agrícola Coigue Ltda), quienes esta mañana validaron el potencial productivo de la utilización de mallas de colores para mejorar huertos de manzanos.
Este proyecto tecnológico que fue desarrollado en un plazo de tres años, fue licenciado en 2017, siendo el principal objetivo crear mallas con técnicas foto-selectivas específicas para las condiciones climáticas locales. El coordinador del proyecto, Dr. Richard Bastías, ingeniero agrónomo y académico de la Facultad de Agronomía, indicó que la iniciativa partió con el desarrollo de los prototipos de mallas, pensando en dos problemáticas que presentaba la industria, “primero que existe una alta pérdida de frutas por daños provocados por el sol sobre las manzanas, se habla de aproximadamente 100 millones dólares al año en pérdidas, por fruta que no es exportada, y en los huertos estamos hablando de un 40% de descarte de fruta que no se va a packing, entonces el problema económico que enfrenta la industria, que ya tiene rentabilidad baja, es considerable”.
Un segundo aspecto de igual relevancia tiene que ver con las condiciones extremas de radiación y temperatura particulares en la zona productora de manzanas y que se ha agravado por temas ambientales como el cambio climático. “A Chile llegaron mallas con estándares internacionales y nosotros las creamos con estándares locales, tomando en consideración factores como la intensidad de radicación solar, las diferencias de temperatura, entre otras variables”, explicó el Dr. Richard Bastías, quien se refirió a algunas de las ventajas de este innovador proyecto.
“Las mallas se transformaron en 3 prototipos que fueron probadas en tres localidades, con 3 variedades distintas de manzanas. Encontramos que en dos variedades, en la Pink Lady y Granny Smith, el prototipo funciona bien. Estas mallas promueven condiciones para que la fruta se auto proteja desde el punto de vista fisiológico frente a la radiación solar directa y altas temperaturas”, precisó el Dr. Bastías.
Estas mallas que son de alta densidad, que es monofilamento, dura al menos 7 temporadas, por lo que temas como la radiación o temperaturas pueden ser trabajadas a largo plazo. Así lo explicó el académico de la Facultad de Agronomía. “La radiación directa con una malla monofilamento negra, al 20% de sombra, la reducción de la radiación directa es de un 19% y con una malla azul-gris a la misma densidad de tejido, la disminución es de un 26%, entonces estamos hablando de casi un 10% más de reducción de radiación directa sin tener que incrementar el grado de sombreado y eso es un impacto positivo en la producción. En términos de daño por sol en la variedad Granny Smith bajamos un 10% el daño de quemadura de sol en comparación a la condición de malla negra, y sin malla el impacto sobre el golpe de sol disminuyó casi un 20%. El color de la fruta tampoco se vio alterado, de hecho entre el 70 y 75% de la fruta producida bajo la malla azul-gris, el color fue un verde intenso. En la Pink Lady, se logró bajar el daño por sol llegando a niveles inferiores al 2% bajo esta malla, sin afectar negativamente la coloración de frutos; de hecho cerca de un 80% de la fruta bajo estas mallas alcanzó el sobre color de cubrimiento que es lo que requiere la industria”.
Cabe mencionar que este proyecto comprende, además, la realización de un manual de manejo del huerto bajo estas mallas, donde estarán presente el tema ambiental e información referente al manejo del riego, raleo, nutrición mineral, plagas, enfermedades, entre otros datos de interés para los productores.
Solo camaradería se ha vivido estos días en la Facultad de Agronomía del Campus Chillán de la UdeC, donde las autoridades académicas y profesores han realizado ceremonias de recepción para 138 alumnos que en total ingresaron al Campus Chillán y Concepción.
En la oportunidad el Jefe de Carrera del Campus Chillán, Leandro Paulino, manifestó que, “es importante desarrollar este tipo de instancias porque son nuestros estudiantes y es un momento clave que requiere dedicarles un momento especial porque ellos inician un nuevo desafío”.
La ceremonia de bienvenida se desarrolló en el Campus Chillán para que los alumnos tanto de este Campus como el de Concepción se familiaricen con este tradicional espacio. Es así como es Jefe de Carrera del Campus Concepción, Mauricio Schoebitz, desatacó que, “espero que en nuestra Facultad encuentren las herramientas para desarrollarse como Ingenieros Agrónomos(a), así como vivencias y experiencias que puedan nutrir su formación como grandes profesionales. Los invito a ser parte de esta gran institución y a trabajar en conjunto para desarrollar una agricultura sustentable y de cara al futuro. Para ello es necesario que se formen como sujetos críticos y con un gran sentido de la responsabilidad social y ambiental”.
Durante la recepción, los alumnos recibieron como regalo un morral y el libro de los “60 años y Algo Más” que relata la historia de la Facultad.
Desde hoy el Ingeniero Agrónomo y académico de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción, Fernando Bórquez Lagos, asume la dirección de la Secretaría Regional Ministerial de Agricultura del Bío Bío.
Tras su designación, Bórquez agradeció la confianza de quienes lo propusieron para cumplir esta labor. “Me siento orgulloso de que diversos sectores y partidos políticos hayan confiado en mí para ocupar este cargo. Esto significa un reconocimiento de diferentes profesionales, técnicos, agricultores, hasta gente que lidera partidos políticos. Soy un profesional independiente y naturalmente coincido y apoyo los planteamientos que hace el actual gobierno, por lo cual agradezco la confianza que se ha puesto en mí”.
En este contexto, la nueva autoridad manifestó que buscará cumplir con la misión institucional de contribuir a mejorar la competitividad, transparencia y acceso a mercados, investigación e innovación y sustentabilidad social, económica y ambiental del sector silvoagropecuario, destacando algunos desafíos. “Toda esta macro zona que sería el centro sur de Chile se encuentra en una etapa de evolución donde los cultivos tradicionales y la ganadería han dado paso a la hortofruticultura que aunque es más compleja e intensiva, ofrece mayor rentabilidad. En nuestra zona hay una característica que dificulta mucho los procesos productivos como es la gran subdivisión de la tierra, en manos de pequeños y medianos productores que tienen problemas de capital, de capacitación, de implementación. A lo anterior se debe sumar la gran limitación que significa las tierras que no tienen seguridad de riego, que además esta con la amenaza de las modificaciones en la propiedad de ella. Estamos pasando de la agricultura tradicional a una de exportación. Y este cambio implica seguir con capacitaciones, invertir mayores recursos y simplificar procesos. En este sentido, la política de este gobierno es que el motor para el crecimiento del país en nuestra zona sea la agricultura, por lo tanto hay un apoyo intrínseco a todos los proyectos relacionados a esta área”.
Cabe destacar que Fernando Bórquez, quien es casado con la Ingeniero Agrónomo, María Teresa Illesca con quien tiene cuatro hijos, cuenta con una nutrida experiencia laboral. El año 1974 llegó al Departamento de Producción Animal de Agronomía de la Universidad de Chile, como profesor Asistente. Luego de trabajar dos años en CORFO en la Pampa del Tamarugal, regresa a Chillán e ingresa a la Universidad de Concepción como Profesor Asociado y al poco tiempo asumió el cargo de Director del mismo Departamento. En 1999, asume como Decano de la Facultad de Agronomía hasta el 2001. “Asumí en un momento bien especial porque justo la Universidad estaba atravesando por la peor crisis económica, de hecho nos entregaron el nuevo edificio de Agronomía pero no existían recursos para implementarlo y nuestra Facultad se formó gracias al trabajo de los primeros alumnos titulados y de docentes como Ricardo Merino, Víctor Fuentes, Marcos Figueroa, Alejandro Valenzuela, Sigfried Simpfendorfer, Luis Longeri y muchos otros”.
El año 2004, asume como Director General del Campus Chillán hasta el año 2012 cuando vuelve a Agronomía hasta que se acoge a retiro a comienzos del año 2016 y desde ahí hasta hora continuó ejerciendo de manera parcial como académico. Desde esa fecha también desarrolló docencia en Agronomía en la Universidad de Talca.
Junto a estas labores Fernando Bórquez formó la Asociación de Productores de Leche y en conjunto a organismos similares de otras ciudades del país, crearon la Federación Nacional de Productores de Leche de Chile (FEDELECHE), así como también participó en la formación de Aprocarne Ñuble, donde actualmente es el Presidente. Además, hace más de 20 años es Presidente del Consejo asesor del Liceo Agrícola de Cato, dependiente de SNA Educa y actualmente es miembro del directorio de la Corporación Cultural del Teatro Municipal.
De acuerdo a lo expresado por la nueva autoridad de la Seremi de Agricultura, sus primeras tareas estarán enfocadas a conocer las actuales necesidades de todo el sector y elaborar en conjunto un programa de trabajo para superar las limitaciones. ”Tenemos una gran responsabilidad de alimentar con productos de calidad a los chilenos y exportar productos de alta calidad a mercados exigentes, que contribuyan al desarrollo de provincias donde la agricultura es la actividad económica más relevante”.
Con la finalidad de desarrollar trabajos de armonización de técnicas para la obtención de datos de suelos que contribuyan de manera global a la recuperación y gestión sostenible de los suelos, el SAG postuló a expertos del Laboratorio Químico de Suelos del Departamento de Suelos y Recursos Naturales de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción, para integrar la Alianza Mundial por el Suelo (AMS), en este pilar de acción específico. Esta entidad fue creada el año 2012, por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), con el objeto de mejorar la gobernanza y gestión sostenible de los suelos y la seguridad alimentaria.
La Alianza Mundial por el Suelo, se reunió recientemente en la ciudad de Texcoco (México), a la que asistió María de los Ángeles Sepúlveda, como representante de Chile en esta entidad. ”Agradecemos la oportunidad de participar de esta gran iniciativa pues refleja el compromiso social que tenemos como laboratorio”, dijo la Bioquímica, encargada del Laboratorio Químico de Suelos de la Facultad de Agronomía, quien explicó que se están estableciendo algunos pilares de trabajo para mejorar la información existente sobre los suelos a nivel mundial y con ello se pretende lograr una estandarización para las metodologías de análisis de suelos. Por esta razón se está promoviendo la conformación de Redes de Laboratorios a nivel regional y global.
“El principal objetivo de este encuentro que duró tres días, fue consolidar la Red Latinoamericana de Laboratorios de Suelos, conformándose su directiva y el segundo objetivo fue armonizar las metodologías principales con las que se trabaja en el diagnóstico nutricional de suelos, esto con el fin de dar uniformidad a la información que se obtiene del análisis de suelos en los diferentes países. Como los países tienen distintos tipos de suelos no todos trabajamos con las mismas metodologías, entonces llegamos a un consenso que nos permitiera primero probar la calidad de los laboratorios a través de una ronda de intercomparación latinoamericana y en segundo lugar poder estandarizar las metodologías para poder trabajar de manera uniforme, lo que permitirá comparar datos entre países y de ese modo la FAO pueda hacer un mejor análisis de la información que recaba, para informar del estado mundial del recurso suelo”, manifestó María de los Ángeles Sepúlveda.
De ahí la importancia de conformar una Red en Chile, para lo cual prontamente comenzarán las coordinaciones entre los organismos pertinentes. “Nosotros a nivel infraestructura, tratamiento de residuos, personal y equipamiento, estamos bien calificados, de hecho estamos por sobre el promedio general de los laboratorios latinoamericanos y por eso tenemos la responsabilidad de empezar a armonizar y difundir la información al resto de laboratorios de Chile y comenzar a trabajar por formar una Red Nacional de Laboratorios, lo que tenemos que concretar con la ayuda del SAG, donde se localiza actualmente el punto focal de Chile en la Alianza Mundial por el Suelo”, puntualizó la profesional.
Por su parte el Director del Departamento de Suelos y Recursos Naturales de la Facultad de Agronomía, Dr. Erick Zagal, destacó la importancia de participar en esta Red Latinoamericana de Suelos. “Para nosotros como laboratorio poder saber cuál es la posición que tenemos respecto de los servicios que prestamos en un marco de nivel latinoamericano, es relevante, porque necesitamos saber si lo que estamos haciendo y la calidad de nuestros trabajos están en la línea de frontera respecto de lo que hacen otros países. Recibir retroalimentación es tremendamente importante para conocer en qué necesitamos seguir mejorando. Estar integrados en una red, nos va a permitir un chequeo periódico de los trabajos que se realizan en este tipo de laboratorios, que están abocados a proporcionar información por y para la comunidad. Nuestra responsabilidad ahora es promover en conjunto con el SAG una Red Nacional de Laboratorios para para que todos ellos se beneficien de estas actividades convocadas por la AMS”.
Cabe destacar que actualmente existen 32 laboratorios de suelos en Chile, por lo que existe una base de trabajo considerable para poder avanzar en esta materia que busca finalmente el cuidado de los suelos, ya que más del 90% de los alimentos provienen este recurso natural.
La Facultad de Agronomía en conjunto con el Centro de Vida Saludable de la Universidad de Concepción, realizaron recientemente un seminario con expertos internacionales que abordaron el tema de los alimentos funcionales y su impacto en la salud humana.
Destacaron las presentaciones del Dr. Diego Moreno y la Dra. Cristina García Viguera, del CEBAS-CSIC (Murcia, España) y el Dr. Daniel Valero de la Universidad Miguel Hernández (Alicante, España).
En este evento se plantearon diferentes temáticas de los alimentos funcionales y alimentos saludables.
Entre los temas abordados estuvieron el nuevo mercado de las bebidas funcionales, así como los factores abióticos que influyen en el contenido de moléculas de interés. También se expuso respecto al efecto que tienen el procesado mínimo industrial y la postrecolección, sobre los metabolitos en alimentos.
Además, se discutió sobre el valor agregado de los cultivos como alimentos funcionales y también de los beneficios para la salud que tiene el consumo de brócoli u otras brassicas.
El evento se cerró con una presentación sobre la “Dieta Mediterránea”, como estilo de vida que promueve el Centro de Vida Saludable.
Los docentes de Agronomía que participaron en este evento fueron la Dra. María Dolores López, la Dra. Susana Fischer y el Dr. Antonio Pinto. Por el Centro de Vida Saludable estuvo su directora, la Dra. Natalia Ulloa. Todos coincidieron en que instancias de este tipo dan cuenta del interés que existe por encontrar beneficios en la salud a través de los alimentos, y como la agricultura puede originar a través de un manejo agronómico la biosíntesis de ciertos metabolitos de interés.
La actividad contó con la participación de más de 50 personas relacionadas al ámbito agroalimentario y de la salud.
Finalmente y de acuerdo a lo expresado por los organizadores del evento, se continuarán desarrollando a futuro otras instancias que promuevan estilos saludables.
La Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción se encuentra preparando la tercera versión del Diploma en Producción de Berries 2018, donde se abordarán temas como; fisiología de la producción de Berries, riego y fertirriego, nutrición, mercado nacional e internacional, cosecha y postcosecha, además de enfermedades y plagas que las afectan.
De acuerdo a lo informado por los directores de este Diploma los ingenieros agrónomos, Humberto Serri y Pablo Muñoz, “esta es una iniciativa que se concretará a partir de Mayo y se extenderá hasta Septiembre del presente año”.
Este Diploma cuenta con expertos en los diferentes temas a tratar, quienes pertenecen al mundo privado, universidades y centros de investigación a nivel nacional.
El curso estará abierto a ingenieros agrónomos, técnicos y profesionales afines, que trabajen en este rubro de significativa importancia para la zona.
“Los Berries son un rubro importante en Chile, pero fundamentalmente lo son en esta zona del país. Por eso consideramos primordial desarrollar este curso, porque claramente es la parte más trascendente de la fruticultura regional”, puntualizó Pablo Muñoz.
Quienes deseen participar de este Diploma deben contactarse con Marcela Águila, al fono 42-2208860, o al correo diploma-berries@udec.cl.