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Alzas en verduras y hortalizas: expertos recomiendan consumir productos de temporada y diversificar las preparaciones

A pesar de que el IPC de junio registró una baja de un 0.1%, los precios en el rubro de los alimentos continúan subiendo y, dentro de ellos, las verduras y hortalizas en general. El tomate, favorito de las mesas chilenas durante casi todo el año, es uno de los vegetales que sufren la tendencia alcista.

Lo mismo ocurre con productos comunes para preparación de ensaladas, como la lechuga y el repollo, que por estos días acusan los impactos de los sistemas frontales de junio, presentando además un retraso en su temporada habitual.

“Las precipitaciones extremas causaron inundaciones en zonas agrícolas, especialmente en la zona centro-sur del país, donde se concentra gran parte de la producción de estas hortalizas. Como resultado, se han perdido cultivos por completo y otros han sufrido daños considerables, afectando directamente la oferta”, señala el académico del Departamento de Producción Vegetal de la Facultad de Agronomía, Abdelhalim Khaleb Elazab.

El investigador agrega que el exceso de humedad ha propiciado la proliferación de enfermedades fúngicas y bacterianas en los cultivos, lo que ha aumentado las pérdidas y dificultado la cosecha de hortalizas saludables.

“Las condiciones climáticas adversas también han obstaculizado la recolección, el transporte y la distribución de las hortalizas, generando retrasos en la llegada de los productos a los mercados”, indica.

Todo esto hace prever una menor disponibilidad de estos vegetales y precios por sobre lo habitual en la temporada; sin embargo, la oferta de verduras y hortalizas en invierno es amplia, de modo que es posible mantener una alimentación saludable.

El Dr. Khaleb dice que las cebollas y zanahorias han mantenido una producción estable y que pronto comenzará la temporada de zapallos italiano y camote, destacando asimismo la disponibilidad de hortalizas de hoja verde como las espinacas, que no requieren de mucha agua para su crecimiento, y de frutas de temporada, como naranjas, mandarinas, kiwis y cítricos en general, que  -dice- están en su mejor momento y aportan una gran cantidad de nutrientes.

Por otro lado recuerda que las legumbres son una alternativa económica para obtener proteínas y fibras; lo  mismo que los granos enteros como el arroz integral, la quinoa y la avena, ricos en fibra, vitaminas y minerales.

Por último, el académico recomienda realizar las compras en mercados locales o ferias agrícolas, donde es posible encontrar productos frescos con precios estables.

 

Fortalecer el sistema inmunológico

El consumo de verduras y hortalizas es bueno todo el año, por su valor nutritivo, su aporte de agua, así como su contenido de vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes, “elementos esenciales para prevenir enfermedades crónicas”, dice la nutricionista del Centro de Vida Saludable y magíster en Nutrición Humana, Pilar Benítez Cid.

La profesional señala que en invierno es especialmente importante consumir verduras que fortalezcan la salud y el sistema inmunológico, como aquellas ricas en vitaminas C, A y K, como el brócoli, repollo, espinacas, zanahorias y acelgas -propias de la estación- y enfatiza que es clave incorporar vegetales de diversos colores.

“Sabemos que muchas personas no alcanzan la recomendación de cinco porciones diarias de frutas y verduras. Además, las recientes alzas en los precios de la lechuga y el tomate, causadas por las lluvias, pueden dificultar el consumo recomendado”, advierte.

A pesar de esto, hay muchas alternativas nutritivas y económicas en las ferias libres, como las verduras de estación, anota la académica.

La profesional sugiere también variar el tipo de preparaciones y salir de la clásica ensalada de lechuga y tomate y considerar verduras cocinadas al vapor, blanqueadas o asadas.

También es posible recurrir a las verduras congeladas que -acota- son una opción, conveniente y económica y, que al ser accesibles durante todo el año, pueden ser muy útiles para mantener la variedad. Lo importante es que al ser procesadas rápidamente después de la cosecha, preservan todos sus nutrientes.

“La elección entre verduras frescas, congeladas, crudas o cocinadas depende de cada uno, pero todas las opciones pueden ser una alternativa para conseguir las recomendaciones de consumo de verduras», puntualiza la nutricionista.

 

Más sostenible

La académica del Departamento de Nutrición y Dietética de la Facultad de Farmacia, Manola Olea Vidal, destaca que para consumir frutas y verduras a precios convenientes lo mejor es preferir productos de temporada, como alcachofas, coliflor, repollo, acelga, y frutas como naranja, kiwi, mandarinas y limones.

La ventaja es que ofrecen mejor sabor y textura y aportan los nutrientes necesarios para una alimentación saludable, además de ser más sostenibles, pues están disponibles localmente, apunta la nutricionista y magíster en Nutrición Humana.

“Las formas de preparación van a depender de los gustos de cada persona, ensaladas crudas o cocidas, en guisos, budines, croquetas, etc”.

Además de las verduras hay otros alimentos de alta calidad nutricional que deben estar presentes en la dieta, como las legumbres, que aportan proteínas, fibra, vitaminas y minerales. “Es necesario recordar que para mejorar la biodisponibilidad de sus nutrientes, se deben remojar en agua por 10 a 12 hrs. y lavarlas previo a su cocción”.

Asimismo, Olea menciona que en las Guías Alimentarias para Chile del Ministerio de Salud se recomienda consumir pescados dos veces a la semana, por su aporte en proteínas y ácidos grasos esenciales como el omega 3 (presente en especies grasas como el jurel, caballa, salmón, sierra, entre otros).

Tampoco hay que olvidar las grasas vegetales provenientes de los aceites como el de oliva que ha registrado fuertes alzas en el último tiempo. “Pero existen alternativas más económicas para reemplazar el aceite de oliva tales como el de canola, maravilla y pepita de uva, usándolo de preferencia crudo en las preparaciones”, indica.

 

Por Jeannette Valenzuela Mella