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Desde hace algunos meses, expertos de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción, se encuentran desarrollando en Quillón el levantamiento de información con miras a establecer un proyecto de investigación para el rescate de las cerezas ‘Corazón de Paloma’, a través de un convenio en curso con la Municipalidad de Quillón, y con el apoyo de profesionales del Programa de Desarrollo Local (PRODESAL).  Debido a ello, y tras los incendios forestales que afectaron la zona en febrero pasado, el equipo UdeC realizó una visita para diagnosticar la situación en terreno y resolver técnicamente, dudas que presentaron los agricultores, aun cuando algunos de sus huertos no se hayan quemado.

“Hemos visitado cinco productores de los ocho con los que trabajamos en el sector de Queime en Quillón, y la verdad es que hay algunos efectos en los huertos de cerezos que son evidentes”, comenzó explicando el académico y director del Departamento de Producción Vegetal, Dr. Richard Bastías, quien está trabajando junto al equipo que conforma con los ingenieros agrónomos e investigadores Ignacio Urra y Constanza Meza  del laboratorio de Fruticultura, y que en la oportunidad fueron acompañados por la profesional del PRODESAL de Quillón, Sandra Sáez.

“Lo primero que vimos, y de acuerdo con lo que también conversamos con los productores, es que ellos lograron contener los incendios a través de cortafuegos, y labores de apoyo entre los vecinos de localidades muy pequeñas que están insertas en medio de los bosques, entonces se vieron rodeados por el fuego que se aproximó a escasos metros de los huertos de cerezas. Uno de los primeros efectos que observamos es que los árboles de huertos de cerezas ‘Corazón de Paloma’ presentan brotes muy pequeños. En una temporada normal los brotes de especies como el cerezo deben crecer mínimo 15 o 20 cm, de ahí hacia arriba. Este crecimiento ocurre en primavera, pero prosigue, aunque a menor tasa, en verano. En este caso observamos muchos árboles con crecimientos menores, incluso sin crecimiento, lo que en gran parte se debe a la sequía y poca disponibilidad de agua que vienen sufriendo desde hace años estos productores, pero que también fue exacerbado por el estrés térmico de los incendios”.

El poco crecimiento es sólo uno de los problemas registrados, según explicó el experto, ya que también observaron que los brotes presentan un color de madera frutal muy amarillo, especialmente en uno de los huertos en donde el fuego estuvo más cerca de los árboles, lo que evidencia una importante deshidratación. “Afortunadamente la madera frutal de más de dos años, donde se produce la fruta, está sana, así como también lo están las raíces de los frutales que no se quemaron. De hecho, había crecimiento de hijuelos o sierpes; un tipo de brotes, que es indicativo de que las raíces están vivas”.

REGISTRO TÉRMICO

El uso de sensores dispuestos en puntos estratégicos de los huertos permitió determinar posibles efectos en los cultivos por el calor excesivo que se generó en el periodo de los incendios. ”Al revisar in situ los datos pudimos determinar que todos los huertos visitados alcanzaron temperaturas sobre 40° durante el periodo de los incendios y donde el fuego estuvo más cerca de los árboles, sobrepasaron los 46° de temperatura, lo que sumado a la densa capa de humo que en el lugar se extendió por más de dos semanas, generó condiciones que claramente afectaron a los árboles con síntomas de caída prematura de las hojas”.

Esa situación provocará también que exista poca acumulación de reservas de carbono y nutrientes en general, para el próximo año.  “Eso va a ser seguro, porque además estos huertos están en una condición de constante escasez de agua. Entonces nuestra recomendación, es vigilar que se cumpla con un adecuado programa de fertilización nutricional al suelo y raíces para la primavera entrante”, indicó el Dr. Bastías.

POSIBLES REPERCUSIONES

Considerando la experiencia de los estragos agrícolas provocados en los incendios del 2012 y 2017, el experto manifestó que, estos árboles de cerezos podrían presentar en su próxima temporada una mayor incidencia de “frutos mellizos”, flores y frutos deformes o alteraciones en la fenología (fecha de floración). “Este trastorno se genera por altas temperaturas justamente en febrero, que es cuando está ocurriendo la diferenciación floral de las flores del árbol que van a florecer al año siguiente, y que dado los registros de temperaturas extremas provocadas por los incendios es muy probable que ello ocurra”, explicó el investigador, lo que podría significar mermas importantes de rendimiento en estas cerezas.

Finalmente, el Dr. Richard Bastías sostuvo que es importante sacar una enseñanza de esta situación. “Definitivamente urge que se establezcan políticas de estado en el ámbito de ordenamiento territorial que permitan salvaguardar de alguna manera estos agroecosistemas rurales, como el de productores de cerezas ´Corazón de Paloma´, frente a emergencias como los incendios forestales. Nosotros como universidad estamos muy motivados en trabajar a largo plazo en el rescate de esta variedad no solo para preservar su genética, sino que también para desarrollar una alternativa de negocio con identidad de origen de mayor sustentabilidad para los pequeños productores de Quillón, pero cuando existen estas catástrofes como incendios existe una alta probabilidad de perder material genético único y relevante”, puntualizó.

Por Francisca Olave Campos

Una treintena de personas entre productores cereceros de la región, académicos y autoridades locales, participaron ayer en el taller denominado “Cerezas de Ñuble: Desafíos y Oportunidades”.

El objetivo fue debatir y analizar acerca de los principales desafíos y oportunidades que enfrenta este rubro en la región, abordando aspectos económicos, territoriales y de demandas de investigación y de transferencia tecnológica.

En este sentido el académico y director del Departamento de Producción Vegetal, de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción, Dr. Richard Bastías destacó la importancia de la iniciativa, que se desarrolló en el marco de la Escuela de Verano 2023 de la UdeC, la que pone énfasis en la vinculación con el medio, “y en este caso con el sector productivo, específicamente con los cereceros de la región de Ñuble, por lo tanto es relevante esta jornada porque estamos generando un acercamiento entre la academia y este rubro, que es muy importante para la región, ya que representa cerca el 15% de la fruticultura regional, entonces hay una relevancia económica, pero por sobre todo, implica un acercamiento pensando en el trabajo colaborativo para ir resolviendo las demandas que ellos nos puedan manifestar en torno a investigación, transferencia tecnológica u otros aspectos”, explicó el Dr. Richard Bastías.

TEMÁTICAS DEL SECTOR

La jornada comprendió la realización de la charla ofrecida por el Seremi de Economía de la región de Ñuble, Erick Solo de Zaldívar, quien se refirió a la situación de la cereza en la economía de la Región.

“Como Gobierno nos hemos puesto el desafío de discutir en torno al nuevo modelo de desarrollo productivo, en ese sentido es fundamental poder identificar los diferentes sectores productivos que justamente mueven la economía de la región, y el sector de agricultura es uno de los fundamentales que tienen un porcentaje importante para el PIB dentro de la economía regional y si uno desglosa,  uno de los frutos que más destaca es el rubro cerecero”, explicó el Seremi de Economía, quien agregó que uno de los aspectos a abordar se relaciona con el packing.

“Hemos estado trabajando en conjunto con el Gobierno Regional para poder promover instrumentos que puedan fortalecer la industria de la cereza y la industria de los frutos en la región de Ñuble. Uno de los desafíos justamente en la instalación de más packing para que puedan procesar en mayores volúmenes acá en la región y los otros desafíos están en el tema logístico, y ya estamos trabajando en una mesa con Pro Chile en donde se pueda visualizar, por ejemplo, que un cherry express pueda pasar por la región de Biobío y así descongestionar el puerto de San Antonio y Valparaíso, y que tengamos la oportunidad de que nuestros cereceros puedan través de la región del Biobío, exportar su producto”.

El taller también comprendió la realización de la charla, “Situación y desafíos productivos de la cereza en la Región de Ñuble”, que ofreció el Dr. Richard Bastías, quien abordó el tema desde el punto de vista regional, nacional e internacional.

“El primer desafío es que a nivel regional tenemos que trabajar fuerte para asegurar altos estándares de calidad de fruta desde el árbol a la mesa, en este caso de la cereza, y si bien es cierto que tiene una buena aceptación en los mercados, todavía nos falta entender y aprender cómo a través de los manejos de huerto podemos asegurar una calidad de fruta con los estándares de calidad exigidos por el consumidor y los mercados”, explicó el académico quien además destacó otros desafíos.

“La mano de obra es una problemática sobre todo para este rubro. Hay que pensar que el 60 y hasta el 65% del costo de producción de cerezas es mano de obra. Además, ya estamos en una situación de escasez de mano de obra, por lo tanto, hay que avanzar en nuevos diseños de huertos más eficientes y amigables con las personas que trabajan en las labores de campo, y con la capacidad de automatizar ciertas labores. Y un tercer desafío se relaciona con el cambio climático y no solamente con mitigar las causas, sino que cómo nosotros contribuimos a disminuir los efectos de estos sistemas productivos en términos de huella hídrica y emisiones de CO2)”, precisó el Dr. Richard Bastías.

Otro de los desafíos expuesto por el académico se relaciona con la necesidad de diversificar los mercados para tener mayor competitividad y del punto de vista de la identidad de la genética y del territorio.  “Actualmente sobre el 90% de la cereza exportada se concentra en el mercado de China y mayormente en tres o cuatro variedades, entonces debemos considerar otras alternativas de mercados (Latinoamérica, Estados Unidos, etc. e incluso el nacional) y con identidad de origen, como la Corazón de Paloma de Quillón, por ejemplo, y que es una línea de trabajo que ya estamos abordando como Facultad”.

TRABAJO FUTURO

La jornada culminó con la realización de un taller grupal para analizar las demandas de investigación y de transferencia tecnológica en este rubro en los ámbitos productivos y comerciales, actividad que fue coordinada por el investigador Ignacio Urra. “Lo que hicimos fue generar grupos de trabajo en los que ellos pudieron ir discutiendo sus problemáticas y presentando sus situaciones, cuya información nos permitirá continuar trabajando con ellos en el futuro”, puntualizó el investigador de la Facultad de Agronomía.

En la misma línea el Dr. Richard Bastías puntualizó que, “a través de esta actividad los productores y profesionales presentes en la actividad nos platearon sus necesidades locales como una hoja de ruta para poder apoyarlos desde nuestro quehacer académico en los ámbitos de investigación, innovación y transferencia tecnológica, lo que resultó en una actividad muy enriquecedora”, puntualizó el académico.

Por Francisca Olave Campos

Tras el convenio en curso entre la Ilustre Municipalidad de Quillón, y la Universidad de Concepción y en que participan 8 productores de cerezas ‘Corazón de Paloma’ de dicha comuna, expertos de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción, comenzaron con el proceso de evaluación de las primeras cosechas del fruto.

Respecto del trabajo que se encuentran desarrollando el académico y director del Departamento de Producción Vegetal, Dr. Richard Bastías, precisó que, “estamos iniciando las primeras mediciones de atributos de los frutos de esta variedad, y específicamente de la primera cosecha de dos productores del sector de Queime, de la comuna de Quillón. La caracterización de estos atributos de los frutos considera análisis de firmeza y tamaño, color, nivel de azúcares y acidez, entre otros parámetros. Junto al equipo que conformamos con los ingenieros agrónomos Ignacio Urra y Constanza Mesa y el equipamiento del laboratorio de la Unidad de Fruticultura, estamos haciendo los análisis respectivos de estas cerezas bicolores, que son casi exclusivas en el mercado, y cuyo levantamiento de información es muy relevante para potenciarla como variedad de mayor valor  comercial tanto en mercados internos como de exportación y que es la propuesta que estamos desarrollando como Facultad en pos del desarrollo de los pequeños productores de cerezas de la comuna de Quillón”, explicó el experto.

Dentro de la tecnología utilizada para este trabajo destaca el uso de un analizador automático de firmeza y tamaño de frutos y analizador digital de color de frutos en el espacio de color CIE L*A*B*, que son instrumentos de alta precisión para caracterizar estas variables y que permiten comparar objetivamente los atributos de esta variedad, por ejemplo, con otras variedades de cerezas existentes en el mercado, precisó el Dr. Bastías.

Es importante mencionar que esta es la primera vez que se están cuantificando las variables indicadas en esta fruta, para hacer un levantamiento de información relevante para este tipo de cereza que posee características que la hacen diferente, destacando que el fruto con forma de corazón, bicolor (rojizo y con tonos amarillos, pulpa amarilla y con un sabor agridulce.

Por Francisca Olave Campos.

Recientemente se realizó el evento técnico, pionero y líder en la industria del Cerezo, World Cherry Conference, organizado por PEC Chile, donde lo más relevante es fortalecer una comunidad empoderada en la producción y exportación de cerezas de Chile para el mundo, actividad en la que tuvo una importante participación el académico y director del Departamento de Producción Vegetal de la Facultad de Agronomía, Dr. Richard Bastías.

En la oportunidad, enfocada en las claves del éxito productivo en tiempos y escenarios complejos, el Dr. Richard Bastías expuso sobre el tema “Cómo maximizar el potencial del huerto en ambientes protegidos”, existiendo dos elementos claves, que fueron presentados en la Conferencia, “producir cerezas en sistemas protegidos del clima nos limita mucho en la oferta de luz. Por tanto, lo primero tiene que ver con el manejo de la luz, y específicamente el rango de luz visible (PAR) que es clave en distintos procesos de la producción frutal tales como la fotosíntesis, desarrollo de flores, crecimiento de frutos y desarrollo de color de frutos. Optimizar esta variable ambiental parte desde la elección de materiales apropiados para proteger los huertos, aquellos que entreguen la mayor disponibilidad de luz visible posible, también influye el diseño y estructuras de los sistemas de huertos protegidos, ya que la arquitectura de estos sistemas también incide en la captación de luz”, explicó el Dr. Bastías, quien mencionó otro factor importante a considerar.

“En tercer lugar y no menos relevante es la poda y conducción de los árboles de cerezo bajo sistemas protegidos, debemos apuntar a sistemas de formación de los árboles con mayor transmisión de luz, o incluso si lo amerita, el uso material reflectantes de luz que se ponen en el suelo y que pueden ser sintéticos (mulch plástico) o más naturales como uso de paja de trigo o ciertos tipos de arcillas como caolinitas. En resumen, debemos usar todas las herramientas para cosechar la máxima cantidad de luz en estos sistemas de huertos protegidos, ya que de ello dependerá el potencial de rendimiento y calidad de la cereza producida en estos ambientes”.

En el contexto de la actividad el Dr. Bastías ahondó en el tema sobre el manejo de la temperatura. “Hoy la industria del cerezo está pasando por una crisis que está obligando a producir fruta más temprana en la estación para alcanzar mejores precios y retornos en los mercados. En la exposición mostré que con estos sistemas protegidos es factible regular la temperatura para alterar la fenología del cultivo, y así anticipar la floración y cosecha de frutos. Estos modelos ya se están usando en Chile y otros países y que se basan en hacer una extinción de luz en invierno con malla sombra, para enfriar las yemas y acumular más frío, y luego colocar cobertores térmicos para acelerar la floración, consiguiendo adelanto de cosecha entre 15 – 20 días antes, lo que se traduce en mejores precios y rentabilidad”, explicó el académico quien además agregó que para trabajar con estos sistemas se requiere del conocimiento de umbrales térmicos (frío y calor) para el adecuado desarrollo fenológico y de fructificación del cerezo.

Cabe mencionar que a la onceava versión del World Cherry Conference, asistieron autoridades y representantes de empresas nacionales y extranjeras, por lo que el Dr. Richard Bastías, destaca la importancia de esta actividad en la que se discuten temas muy relevantes con otros actores y atañen a la fruticultura y una industria tan relevante como la cereza.  “Abordamos temas de desafíos y oportunidades económicas y tecnológicas, y también desde el ámbito de necesidades de investigación e innovación para el sector.  Por otra parte, es una buena instancia para consolidar aún más nuestra vinculación de la academia con el sector productivo del país, y mostrar también el trabajo que desarrollamos y cuál es nuestra visión desde la academia para enfrentar las problemáticas y oportunidades que enfrenta este importante sector de la economía del país, y que tiene que ver con el cambio climático, la necesidad de diversidad la exportación de cerezas hacia nuevos mercados, y de desarrollar sistemas productivos más sostenibles”, puntualizó.

Por Francisca Olave Campos

Este 12 y 13 de enero se llevará a cabo el Noveno Encuentro Mundial del Cerezo 2021, y en el evento estará presente como expositor, el académico y Director del Departamento de producción Vegetal de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción, Dr. Richard Bastías.

El evento organizado por PEC Chile, se desarrollará en una innovadora   plataforma virtual, con transmisión en vivo, con  reuniones de negocios,  rondas de preguntas  a los relatores y ponencias de expertos de todo el mundo, entre ellos el Dr. Bastías, cuya presentación, que será el 13 de enero, tratará sobre avances en el uso de cobertores en cerezas. “Me enfocaré en lo que hemos logrado entender a la fecha sobre la fisiología del cerezo bajo diferentes sistemas de protección climática (cobertores), incluyendo aspectos de eficiencia lumínica, desarrollo floral, crecimiento de frutos, firmeza de frutos y fotosíntesis. Todo lo anterior en la búsqueda de modelos tecnológicos para la producción sostenible de cerezas en un contexto de cambio climático.

El evento de transmisión internacional, cuyo tema central este 2021, es la eficiencia hídrica y potencial productivo en la Industria del Cerezo, fue destacado por el Dr. Richard Bastías, como una actividad de gran trascendencia. “Es muy grato para mí participar en este Encuentro Mundial del Cerezo en donde expondrán especialistas y referentes de Chile, China, Estados Unidos, Italia y Canadá, lo que demuestra el posicionamiento que ha ido ganando nuestra Universidad en esta especie frutal de importancia económica para el país”, manifestó el académico quien finalmente finalizó señalando que “en esta oportunidad Chile será el único anfitrión de un evento con estas características y que será 100% online y que se enfocará en la temática de eficiencia hídrica y potencial productivo, donde se
entregará los últimos avances en manejo del cultivo, nutrición, riego y uso de cobertores”.

Por Francisca Olave Campos
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