Buscan establecer protocolos para la producción y recolección sustentable del maqui
Considerando la alta presión de recolección que experimenta actualmente el maqui lo que pone en riesgo el ecosistema y productividad de esta especie nativa, profesionales de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción y la Corporación Nacional Forestal, CONAF, se encuentran ejecutando el proyecto denominado, “Evaluación de técnicas y protocolos silvícolas en maqui para la producción sustentable de frutos y su recolección en la zona centro sur de Chile”, orientado a proponer y evaluar técnicas y métodos de poda de brotes y raleo de vástagos para el protocolo de un manejo fisiológico silvícola sustentable para el maqui como Producto Forestal No Maderero (PFNM), del cual hoy en día se cosechan sus frutas, principalmente por recolectores silvestres.
El proyecto es acorde con el llamado del concurso del Fondo de Investigación del Boque Nativo de CONAF, Línea 2, ya que está orientado a proponer y evaluar técnicas y métodos de poda de brotes y raleo de vástagos para el protocolo de un manejo fisiológico silvícola sustentable para el maqui.
“Estamos proponiendo un manejo de podas y de raleo de este árbol-arbusto para poder asegurar una mejor producción, siempre en la misma superficie, lo que hoy no ocurre porque con el método de cosecha que se utiliza se daña mucho las ramas de producción de frutos y el arbusto tarda de 2 a 3 años en volver a dar frutos, entonces con estos protocolos de manejo se quiere llegar a que todos los años se pueda cosechar”, explicó la investigadora responsable y académica de la Facultad de Agronomía, Dra. Susana Fischer.
El proyecto que se adjudicó 45 millones de pesos, involucra a recolectores silvestres, propietarios de bosques nativos y profesionales de CONAF, de modo de ir comprometiendo a los distintos actores que intervienen en la cadena de valor, para lograr un manejo del recurso «bosque nativo» sustentable y que preserve el ecosistema de tres zonas donde se realiza el estudio. “Uno de los sectores está ubicado en Coihueco, que es precordillera con suelos derivados de ceniza volcánica, luego en el valle regado, específicamente en el cerro Cayumanqui, en una zona de protección, que fue afectada el 2017 por incendios forestales y por último en Tregualemu en el límite de la Región del Bio Bío con la Región del Maule”, explicó la Dra. Susana Fischer.
En la investigación participa un equipo multidisciplinario de investigadores-docentes del Departamento de Producción Vegetal de la Facultad de Agronomía: Dr. Antonio Pinto, quien evalúa la productividad de sitios y eficiencia económica de manejo, el Dr. Richard Bastías y la Dra. Susana Fischer, quienes realizan la evaluación de la producción y manejo del maqui en las localidades anteriormente señaladas y la Dra. María Dolores López, quien estudia la capacidad antioxidante del fruto. “Nuestro objetivo es, una vez definido el o los mejores manejos de poda, socializar estos protocolos con recolectores silvestres, CONAF y empresarios agrícolas y/o agricultores de modo que pueda ser utilizado para mejorar producción del maqui en distintos ecosistemas y como una herramienta de control y de evaluación del trato a este ecosistema en general y a la especie en particular”.
SÚPER FRUTO
La alta demanda del maqui, obedece entre otros factores a que posee ingredientes funcionales o ingredientes bioactivos, que son los que ayudan en prevenir o mejorar la salud. “Estos frutos son más apetecidos si son de un origen nativo. Si te fijas los europeos y los asiáticos, por ejemplo, valoran mucho esta característica. De hecho en España se vende el maqui en polvo biofilizado a 40 euros los 300 gramos (más 30 mil pesos chilenos), lo que demuestra que son altamente valorados”, puntualiza la Dra. Fischer.
El pequeño fruto de intenso color morado, hoy en día cobra mayor relevancia al ser un poderoso antioxidante que otorga a las personas bondades medicinales y nutricionales.