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En el marco de un programa de intercambio académico chileno-alemán para entregar competencias a estudiantes universitarios en temas de emprendimiento e innovación, visitaron la Estación Experimental El Nogal de Agronomía UdeC.

Los estudiantes de diversas carreras de la UdeC y del Deggendorf Institute of Technology (Alemania) pudieron conocer en terreno sobre el proyecto de mallas foto-selectivas (que lidera el director del Departamento de Producción Vegetal, Dr. Richard Bastías) como parte del programa de colaboración chileno-alemán en el área de innovación y emprendimiento en temáticas de energía sustentables.

En la oportunidad el Dr. Richard Bastías, junto a su equipo de trabajo que componen los agrónomos, Constanza Meza e Ignacio Urra, guiaron a los estudiantes por la estación experimental para conocer esta tecnología de punta que se está aplicando a nivel mundial. “Les explicamos la forma de operar de estas mallas foto selectivas, que hacen un uso más inteligente de la luz solar, minimizando el riesgo de daño por estrés climático en los frutales y a su vez, mejorando la eficiencia del uso de agua y otros recursos, entonces la importancia de esta visita fue que pudieron conocer sobre esta innovación tecnológica que vino a resolver una necesidad de productores frutícolas y que por lo mismo nos  permitió licenciar y patentar la tecnología en el extranjero”, detalló el Dr. Bastías quien además puso énfasis en el interés demostrado por el grupo participante del Instituto Tecnológico de Deggendorf (DIT), de Alemania, “lo que significa que lo que estamos desarrollando nos posiciona  como Facultad en un buen nivel académico e investigativo”, puntualizó.

Finalmente, los estudiantes destacaron los temas y aspectos de la visita que caparon su atención. “Saber sobre la disposición de las mallas y la utilización de sensores y el tipo de sensor que utilizaron para hacer las mediciones fue lo atractivo para mí”, dijo Felipe Martel de la carrera de Ingeniería Electrónica.

El estudiante del doctorado de recursos hídricos de Ingeniería Agrícola de la UdeC Pablo Sepúlveda agregó que, “a mí me llamó la atención la Estación Experimental en sí, al ser campo abierto con frutales y la tecnología que se utiliza en estos”.

Dana Arias estudiante de Ciencias Básicas con maestría en ciencias químicas agregó que, “Yo destaco la disposición del profesor y de todo su equipo ya que estaban muy preocupados por explicarnos todo y de que entendiéramos y nos quedará claro la tecnología que están utilizando”.

“Me pareció una actividad muy interdisciplinaria porque si bien es un tema agronómico con los frutales, se incorpora lo ingenieril y eso significa que las carreras cada vez se están abriendo más”, destacó Heber Ruiz, estudiante de ingeniería.

Por último, Javier Valdés, profesor de inteligencia artificial  del DIT manifestó que, “me ha impresionado mucho que cuando hemos llegado con el autobús vemos las mallas y lo primero que piensas es bueno, pero esta esta tecnología parece algo bastante sencillo, pero cuando te explican toda la ciencia que hay detrás de ello, como las diferentes fibras se entrelazan de una manera para que la luz se refleje una manera específica, y los diferentes colores que utilizan, de cómo hay una medición de alturas, temperaturas y  las condiciones meteorológicas dentro o bajo el suelo entre otros detalles, la verdad es que uno se da cuenta de todo el trabajo y la relevancia de tecnología aplicada”.

 

Debido a que el cambio climático genera variaciones en los gases de la atmósfera, en las temperaturas ambientales y con ello aumenta o disminuye la humedad o la sequía de la tierra, existe una incidencia directa en los insectos plaga y enfermedades, que al mismo tiempo causan impacto en los suelos, cultivos y ecosistemas en general.

Así lo explica el académico del Departamento de Producción Vegetal, Dr. Gonzalo Silva Aguayo. “Los cambios extremos en el clima impactan directamente en la generación y/o dispersión de plagas y enfermedades en las plantas. Por ejemplo, hoy en día se están utilizando coberturas en frutales y cultivos donde se busca disminuir el impacto de los rayos solares o el granizo en los frutos, pero algo está pasando con los insectos abajo. Entonces, en teoría, como los insectos se orientan por la luz y si nosotros estamos filtrando luz a través de las coberturas o mallas para poder disminuir el efecto negativo de la temperatura o del granizo, al mismo tiempo, a lo mejor estamos modificando el microambiente del insecto”.

El experto va más allá y señala que la simple salida del fenómeno de La Niña (luego de 3 años, caracterizándose por el aumento de las temperaturas y por ende las sequías) y la llegada de El Niño (que se asocia a mayores precipitaciones en el centro-sur del país), provocan alteraciones en las plagas y enfermedades de las plantas cultivadas.

“Cualquier factor que cambie las condiciones climáticas va a afectar a los insectos. Chile tiene la característica que por tener un clima mediterráneo, el invierno corta todos los ciclos. Por ejemplo, el invierno que tenemos hace que no tengamos mangas de langostas, que son estas nubes de langostas que se ven en otros países, pues nosotros tenemos el insecto pero por una condición climática, afortunadamente no tenemos mangas, como si se registran en Argentina”, explicó el Dr. Gonzalo Silva, quien además destacó que en este contexto cambiante del clima, debe aplicarse más o menos insecticidas.

“Y cuando llegamos al tema de los insecticidas o biopesticidas tenemos un aspecto complejo que se relaciona con la resistencia. Un colega mexicano me preguntó ¿cuántas veces aplicas insecticida contra la mosca blanca?  y le contesté 3-4 veces al año. Me dijo que él lo aplicaba al menos 18 veces en el año, pero porque allá permanece todo el año, dadas sus condiciones climáticas, por lo que han desarrollado mucha resistencia por el uso frecuente de insecticidas. Afortunadamente, el clima que tenemos en nuestro país hace que tengamos menos plagas y resistencia a los insecticidas. En este ámbito Chile no se compara con los problemas que enfrenta Brasil o México que son países más tropicales, pero ojo que si cambia el clima a uno más seco es beneficioso para las plagas, mientras que un año húmedo lo es para enfermedades”, precisó.

Sobre estas temáticas y sus recientes investigaciones estará exponiendo el Dr. Gonzalo Aguayo en el III Simposio Internacional de Parasitología Agrícola, que se realizará próximamente en la Universidad de Colima en México y donde el académico hará una ponencia magistral sobre el “Efecto del cambio climático y algunos manejos de mitigación de altas temperaturas en la artropodofauna asociada a frutales”.

Por Francisca Olave Campos

Con Distinción Máxima se tituló recientemente Valeria Gómez Díaz, quien presentó su tesis denominada, “Mecanismos del Daño por Heladas en Frutales”.

El trabajo de titulación de Valeria Gómez correspondió a una revisión de mecanismos del daño por heladas en frutales, que articula con el Programa de Magíster en Ciencias Agronómicas donde Valeria realiza su tesis de Magíster en la misma temática, estudiando la efectividad de un polímero como alternativa para enfrentar este problema en frutales.

La comisión examinadora de la presentación de Valeria estuvo compuesta por los académicos Manuel Faúndez, ministro de fe, María Angélica Urbina, Analí Rosas y Richard Bastías.

El trabajo de Valeria estuvo guiado por el académico, Dr. Richard Bastías quien destacó que, “durante su defensa, Valeria Gómez mostró una revisión de los últimos avances en la materia con énfasis en la fenología del cultivo, resistencia al frío y aspectos moleculares. Este trabajo es muy relevante, pues si bien hoy existen tecnologías para enfrentar el daño por heladas en huertos, poco se sabe acerca de los mecanismos detrás del daño en especies frutales, y su conocimiento permite avanzar en el desarrollo de nuevas alternativas para su control”.

Cabe destacar que en este trabajo colaboraron también el profesor Miguel Garriga y la profesora María Dolores López, cuya visión en los ámbitos de la fisiología vegetal y química fue un importante aporte al trabajo desarrollado por Valeria Gómez.

Referencia de Publicación: Pinto-Poblete, A.; Retamal-Salgado, J.; López, M.D.; Zapata, N.; Sierra-Almeida, A.; Schoebitz, M. Combined Effect of Microplastics and Cd Alters the Enzymatic Activity of Soil and the Productivity of Strawberry Plants. Plants 2022, 11, 536. https://doi.org/10.3390/plants11040536

 

Considerando que actualmente Chile destaca mundialmente por ser el principal productor y exportador de manzanas a nivel del hemisferio sur, transformándose en la segunda especie en importancia económica a nivel nacional, de vital importancia resultan las ideas innovadoras que ayuden a mejorar la sustentabilidad productiva en este cultivo frutal.

Es así como destaca el proyecto que lidera el académico Dr.Richard Bastías, de la Facultad de Agronomía del Campus Chillán de la Universidad de Concepción, ya que se trata de una iniciativa que busca prevenir el daño que ocasionan
factores climáticos en la producción de manzanas y otros frutales y a su vez mejorar la rentabilidad de estos cultivos.

HERRAMIENTA AGRICOLA

Según lo explicado por el profesional, “la manzana en Chile ha tenido un problema importante y recurrente por años, y se relaciona con el daño que provoca el exceso de radiación y altas temperaturas en la fruta. La manzana es muy sensible a la quemadura por sol (golpe de sol), y hoy este problema se ha acentuado más, principalmente por efecto de las altas temperaturas. Algunos relacionan este problema con el cambio climático y será cada vez más grave, producto de que muchos huertos actuales se están plantando en mayor densidad, es decir, árboles más pequeños, con menos follaje y en donde la fruta queda mucho más expuesta a la radiación directa entonces la fruta se quema más. Y además hay un aspecto genético en el que las variedades nuevas que hemos estado introduciendo como país, son variedades muy sensibles a este
problema. Por ejemplo, ‘Fuji’ y ‘Pink Lady’ son 2 variedades muy top que exportamos en manzanas, pero muy sensibles al daño por sol, a tal nivel que se puede perder hasta el 40% de la producción, por el daño que provoca la radiación solar”, explicó Bastías.

Frente a esto hoy en día los huertos nuevos de manzanos se están plantado bajo malla, para evitar que reciban la radiación directa, para bajar la temperatura y reducir el daño por sol e incluso para proteger al fruto de posibles
granizadas.

“Una de las tendencias en los últimos años es crecer y plantar manzanos hacia la precordillera y hacia el sur del país, eso nos pone en mayor riesgo en el tema de granizadas, que si ocurre en el periodo de floración o en frutos pequeños, puedes perder parte importante de la producción. Entonces también se están usando las mallas para proteger los huertos de las granizadas”.

MALLAS DE COLOR

Lo novedoso del proyecto que realiza el profesor Batías, es que además de entregar información sobre lo que sucede bajo las mallas en cuanto al microclima y los efectos positivos y negativos de su utilización es que abordan una nueva arista, el uso de mallas de colores. “Estamos estudiando una tecnología nueva con mallas foto-selectivas o mallas de color. Con estas mallas  se modifica el espectro de luz sobre los huertos, para modificar ciertos procesos fisiológicos del árbol que mejoran su potencial productivo. La idea es
determinar los beneficios que podemos obtener, porque piensa que la inversión en estos huertos es alta, de alrededor de 15 a 20 mil dólares por hectárea (sin el costo del suelo), por la densidad de plantación (2 mil a 3 mil plantas por hectárea) y porque los huertos son modernos y el costo de
colocar plantas con mallas, significa un adicional de 10 mil dólares más, entonces como es un costo de inversión alta se justifica buscar mallas que te permitan obtener beneficios adicionales”, explicó el profesional que desarrolla la investigación con financiamiento de la vicerrectoría de la UdeC y en convenio con privados.

Esta tecnología desarrollada en Israel, aún no está validada en Chile, de ahí la importancia de este proyecto, que ya está arrojando luces de los beneficios de utilizar mallas de colores. “La mallas de color que pueden ser roja, amarilla o azul, modifican el espectro de la luz solar, cambiando la morfogénesis y fisiología del árbol, entonces podríamos

aumentar el rendimiento, controlar el crecimiento de la planta de manera de reducir costos de poda, raleo y aumentar la eficiencia del uso del agua. Entonces esa es nuestra apuesta”, puntualizó Bastías.

La actividad fue teórico práctica con la visita a un sistema de riego tecnificado de 121 hectáreas, con aplicación de fertilización a través del riego, en Fundo La Ballica de Bulnes. Participantes recibieron libro «Fertirrigación: Cultivos y Frutales» de Iván Vidal.

Las ventajas que ofrece el fertirriego en los sistemas de riego tecnificado hacen que resulte absurdo no utilizarlo. El ahorro que se produce en fertilizantes y el efecto en los resultados finales es significativo. Con esta tecnología se aumenta la eficiencia en 32% en el uso de nitrógeno; de 17,5% en fósforo y 20% en potasio, comparado con la aplicación convencional. En una siembra de maíz, este ejercicio puede significar el ahorro de 326 kilos sólo en urea, por hectárea. Este fue uno de los temas tratados en el seminario “Fertirrigación de Cultivos con Pivote Central” organizado por la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción.

La primera exposición estuvo a cargo del académico Iván Vidal, autor del libro “Fertilización: Cultivos y Frutales”, editado por el Departamento de Suelos y Recursos Naturales de la Facultad, que se entregó a los asistentes. Entre los ejemplos que se expusieron para demostrar la incidencia económica que puede significar la utilización del fertirriego a través de pivote central, demostrado por la tesis de investigación de R. Arriagada en 2012, en 35 hectáreas de maíz silo, puede significar una diferencia en la utilidad de $5 millones 750 mil al momento de sacar las cuentas finales.

También se dio a conocer una experiencia de Agrícola MP de Melipilla en la temporada 2008-09 con maíz grano en dos paños de características similares de 150 y 165 hectáreas, donde además de notarse una diferencia en costos de fertilización de -$121 mil por hectárea, se apreció un notable aumento de los rindes en el predio con fertirrigación, de 55 quintales de diferencia del paño que recibió fertirriego (200 qq/ha), contra el que recibió fertilización convencional y sólo riego por el pivote (145 qq/ha). En todo caso lo más significativo fue la diferencia en la utilidad final, en que el fertirriego significó $1 millón 241 mil por ha., y el convencional de sólo $515 mil por ha.
Las consideraciones finales de la exposición de Iván Vidal fueron que: “Cuando se dispone de pivote central, la fertirrigación no es una opción, sino una necesidad. La fertirrigación es una técnica muy efectiva para incrementar eficiencia de los fertilizantes y aumentar la producción y calidad de los cultivos”.
Pero también dejó en claro que para utilizar este sistema es fundamental llevar un sistema de monitoreo para minimizar impactos ambientales y económicos. Y también para potenciar la producción, la calidad y la rentabilidad.

Ejemplo elocuente

Álvaro Améstica de Irrifer Ltda. expuso sobre la experiencia del uso de fertirriego con pivote en remolacha, realizada en Los Ángeles, temporada 2011-12 en el predio de Agropecuaria Santa Isabel, en un paño de 62,2 has. El seguimiento reportó que con la tecnología bien aplicada, se logró un rendimiento de 135 toneladas limpias, con una polarización de 17%, lo que significó a pago el equivalente de 147 ton/ha. El costo del cultivo fue de $2 millones 112 mil por hectárea y la utilidad final de $2 millones 122 mil por ha.
La tercera intervención a cargo de Francisco Suárez de Civil Agro, “Automatización y Sistemas de Control de Riego con Pivote” fue de carácter netamente técnico, especificnado aspectos que se deben considerar para el montaje de un sistema de pivote, instrumentos que se utilizan para monitorear los requerimientos del cultivo para programar el riego y otros aspectos de los requerimientos básicos para contar con un sistema efectivo de fertirrigación.
Como complemento a la actividad se montó en los jardines del Campus Chillán una exposición a cargo de las empresas que auspiciaron la actividad, que ofrecen servicios de fertirriego, asesorías, etc., que concitó alto interés de los participantes.

El seminario culminó con una visita al predio La Ballica en Bulnes, donde se mostró un cultivo de maíz grano de la empresa Agrícola Pullami Ltda., con un pivote de 623 metros qye cubre 121,9 hectáreas. Los participantes pudieron conocer antecedentes precisos de la aplicación de fertilizantes y nutrientes a través del riego y acceso al informe de análisis de suelo realizado con anterioridad.

La actividad formó parte del programa se seminarios periódicos de alto nivel que está efectuando esta temporada la facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción, que dirige el decano Raúl Cerda.

Publicada el La Discusión, pág 12

Fotografía: Panorama UdeC

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