Rosa Vergara Retamales, es la estudiante del doctorado de la Facultad de Agronomía que fue seleccionada con los beneficios complementarios de ANID para realizar una estancia de tres meses en la Universidad Politécnica de Cartagena, España.
Rosa quien ingresó el 2023 al doctorado, y que previamente realizó el magister en Agronomía UdeC, se encuentra actualmente trabajando en el laboratorio de microbiología de suelos del Campus Concepción, instancia donde ha hecho los análisis microbiológicos de su tesis, relacionada con el efecto en el suelo y sus propiedades, que tendrían los cultivos de cobertura en huertos de avellano europeo.
“Rendí mi examen de calificación y pude postular a los beneficios complementarios que tiene esta beca ANID. Yo postulé a dos beneficios que son pasantías en el extranjero y una beca en gastos operacionales, es decir un monto en dinero para mi tesis. Estoy súper contenta, sobre todo porque tenía poca fe, pensé que no me los iba a adjudicar, pero se logró”, explicó Rosa, quien permanecerá por tres meses en la Universidad Politécnica de Cartagena, en España.
“Me voy el 8 de septiembre y vuelvo el 9 de diciembre. Es un esfuerzo grande porque yo tengo tres hijos, entre 10 y 18 años, así que haciendo todas las coordinaciones desde ya para que todo resulte correctamente. Voy a cargo del investigador que vino justamente el 2023 a darnos la charla motivacional en la inauguración del doctorado, Raúl Zornoza, entonces voy a ver lo que es microbiología del suelo, vamos a ver abundancia de microorganismos, bacterias, hongos, y algo muy especial que es parte de mi tesis que todavía no he logrado iniciar, que es la determinación de gases de efecto invernadero, es decir cómo estos cultivos de cobertura pueden afectar las emisiones que tiene el suelo”.
Rosa, quien es químico ambiental de profesión, titulada de la Universidad de Chile, luego de dedicarse a la maternidad, quiso actualizarse y volver a insertarse en el mundo laboral, realizando sus posgrados, razones que destaca aún más su profesor guía, el Dr. Mauricio Schoebitz. “La estancia de Rosa en España será una gran oportunidad para ella para su crecimiento personal y profesional. Allá analizará el efecto del manejo de suelo sobre la diversidad microbiana y los efectos sobre la funcionalidad del suelo”.
En sus estudios Rosa cuenta también con el apoyo de Jorge Retamal de INIA Quilamapu, quien la orienta en lo relacionado con la fruticultura. “Ambos han sido un gran pilar en mi investigación” puntualizó.
Invisibles, ubicuos y cada vez más presentes: los microplásticos contaminan aguas, suelos y alimentos. Este 5 de junio, Día Mundial del Medioambiente, Chile pone el foco en un contaminante cada vez más extendido—y ya imposible deionorar
Difíciles de detectar, pero imposibles de ignorar, los microplásticos se han convertido en uno de los contaminantes más duraderos y extendidos del planeta. Están presentes en el aire, el agua, el suelo, los alimentos e incluso en nuestros propios cuerpos. Se trata de fragmentos menores a 5 milímetros, provenientes de envases, fibras textiles, redes de pesca y productos cosméticos. Su permanencia en el ambiente es tal que ya han sido hallados en lugares tan remotos como el hielo marino antártico.
Esa presencia extendida comienza a medirse con más precisión en Chile. Desde Puerto Montt hasta Concepción, la expedición científica Centinela I, liderada por la Universidad San Sebastián, detectó concentraciones de entre 10.000 y 80.000 partículas de microplásticos por kilómetro cuadrado en zonas costeras. El equipo recolectó muestras en desembocaduras de ríos y mar abierto, revelando que la contaminación por microplásticos no es un fenómeno aislado, sino generalizado. “El hallazgo en todas las zonas muestreadas revela que estamos frente a un contaminante omnipresente, capaz de viajar grandes distancias debido a su flotabilidad y lenta degradación”, explica Karla Pozo, investigadora de la Facultad de Ingeniería de la USS.
Más allá de la contaminación ambiental, los resultados de Centinela I tienen implicancias directas para la seguridad alimentaria. “Estos microplásticos pueden estar siendo ingeridos por el zooplancton, que es la base de la cadena trófica marina. Desde ahí podrían afectar a peces que luego consumimos”, advierte Pozo. Además de los posibles riesgos para la salud humana, la investigadora alerta sobre el impacto económico que esto podría tener en la pesca artesanal.
Lo que contamina la tierra también lega al plato
El impacto de los microplásticos no se restringe al océano. En suelos agrícolas de las regiones de Maule y Ñuble, estudios de la Facultad de Agronomía y el Centro de Biotecnología de la Universidad de Concepción han detectado entre 80 a 100 partículas de microplásticos por kilo de tierra, tanto en sistemas de cultivo orgánico como convencional de frutilla.
Aunque no existe aún un estándar internacional que indique cuántas partículas serían aceptables —ya que es un campo de investigación emergente—, se trata de niveles significativos para un entorno agrícola, donde en condiciones naturales no debieranestar presentes. “Estas partículas, que pueden alcanzar dimensiones microscópicas, afectan directamente el crecimiento de las plantas. Hemos observado una disminución de hasta un 27% en su altura, así como menor volumen de raíces, menos flores y menos biomasa aérea”, señala Mauricio Schoebitz, investigador del Centro de Biotecnología de la U. de Concepción. Pero los efectos no terminan ahí. Schoebitz explica que los microplásticos también alteran la biodiversidad microbiana del suelo —clave para la fertilidad— y pueden facilitar la acumulación de pesticidas, antibióticos y metales pesados en sus superficies. “Si son lo suficientemente pequeños, incluso pueden ingresar por las raíces y acumularse dentro de las plantas, lo que plantea un riesgo potencial para la cadena alimentaria”, advierte.
La Antártica bajo la lupa del plástico invisible
Investigaciones lideradas por Rodolfo Rondón, del Instituto Antártico Chileno (INACH), han encontrado presencia de microfibras y fragmentos plásticos en la almeja antártica Laternula elliptica. Esta especie vive enterrada en el fondo marino y se alimenta filtrando grandes volúmenes de agua, por lo que actúa como una suerte de “centinela ecológica”: al hacerlo, también acumula los contaminantes presentes en su entorno. En las muestras analizadas, se encontró contaminación en el 100% de los ejemplares por microfibras y en más del 80% por microfragmentos. “Esto representa solo la punta del iceberg”, advierte Rondón. Los análisis se centraron en partículas mayores a 300 micrones, pero los efectos más graves se asocian a fragmentos aún más pequeños
—capaces de atravesar membranas celulares— conocidos como nanoplásticos.
Según investigaciones lideradas por Rodolfo Rondón, el krill antártico —eslabón clave en la cadena alimentaria marina del sur— puede fragmentar microplásticos y transformarlos en nanoplásticos, lo que agrava el problema. En estudios de laboratorio realizados por su equipo, se ha observado que el nanopoliestireno altera la expresión de genes en las branquias de las almejas, especialmente aquellos vinculados al metabolismo y la respuesta antioxidante.Las implicancias van más allá de una sola especie. “Los organismos que filtran el agua están acumulando estos contaminantes, lo que puede alterar su nutrición y funcionamiento fisiológico, con consecuencias en cascada para otras especies de la trama trófica”, concluye. Esa red incluye al krill, peces, pingútinos, focas y ballenas, todas interconectadas por relaciones alimentarias que dependen del equilibrio de los organismos más pequeños.
Una ciencia con alcance global
No solo desde sus costas: Chile aporta evidencia clave para entender los efectos más invisibles —y potencialmente más dañinos— de esta crisis ambiental. Martín Thiel, académico de la Universidad Católica del Norte y fundador del programa Científicos de la Basura, pionero en involucrar a escolares y comunidades en el monitoreo de residuos marinos, señala que “hemos identificado las fuentes, que son nacionales, pues toda la basura viene del mismo Chile, y hay una comunidad científica investigando los impactos. Lo que falta son estudios de monitoreo, socioeconómicos, microplásticos y soluciones sustentables”, hace un llamado de atención.
Desde su perspectiva, retomar medidas como los sistemas de envases retornables y fomentar productos reutilizables sería clave para recuperar el terreno perdido. “Esto podría catapultar a Chile a un lugar de liderazgo e innovación. Hemos perdido ese liderazgo, y ahora los países vecinos nos han superado en la reducción de la contaminación con plástico”, afirma.
Una de las instituciones que ya está avanzando en esa dirección es el Instituto Antártico Chileno, que colabora con el Organismo Internacional de Energía Atómica para desarrollar metodologías de medición y trazabilidad de microplásticos. Su trabajo contribuye a posicionar a Chile en la red internacional de vigilancia ambiental, con foco en ecosistemas extremos como la Antártica.
Sin embargo, mientras las investigaciones avanzan, el país enfrenta una brecha regulatoria. En Chile, como en la mayoría de las naciones, no existe una normativa que establezca límites o protocolos para la presencia de microplásticos en el agua, el suelo o los alimentos. Aunque falta camino para dimensionar por completo sus efectos, la ciencia chilena ya ha dado pasos decisivos para visibilizar este contaminante invisible. El desafío hoy no es solo científico, sino también político y ciudadano.
Creditos: Ceina Iberti – Diario La Tercera
El lunes recién pasado, el Dr. Arturo Calderón, académico del Departamento de Producción Vegetal de Agronomía UdeC, presentó los resultados finales sobre un trabajo cuyo objetivo fue estimar la evapotranspiración de un huerto de ciruelo europeo (Prunus domestica L.) bajo el nuevo sistema productivo de ‘super high density’ con el sistema bio-,eteorológico de eddy covariance. Esta actividad de extensión y vinculación de nuestra Facultad se llevó a cabo en dependencias de la empresa Agromillora Sur, empresa líder en la producción de portainjertos y cultivares de especies frutales en Chile.
De esta manera, en dos horas de reunión, se transfirieron los resultados de un trabajo colaborativo y multidisciplinario en los que también participaron el área de innovación de la empresa Olivos Spa y el experimentado agro-agrometeorólogo, Dr. Nicolás Bambach de UC Davis, EEUU. “Es importante destacar que los resultados de esta investigación permitirán mejorar la eficiencia de la aplicación de agua de riego en este nuevo sistema productivo en SHD, pues hasta la fecha, no se contaba con datos medidos con precisión de su demanda evaporativa en huertos de ciruelo europeo. El sistema de ‘eddy covariance’ es un método bio-meteorológico de muy alta precisión, por lo cual estamos seguros de que este ‘approach’ metodológico permitirá a los productores contar con mayor y más robusta información para programar los riegos”, explicó el Dr. Arturo Calderón, quien lideró la charla.
En la ocasión, la empresa contraparte, Agromillora Sur, valoró los esfuerzos realizados por el equipo multidisciplinario de investigación, que con esta actividad cierran cinco años de una fructífera colaboración con la Facultad de Agronomía de la UdeC, “lo cual trajo como resultados la publicación de dos trabajos en importantes revistas científicas internacionales, una destacada participación en el V Congreso Europeo de Horticultura en Rumania, un graduado del programa de magíster de nuestra Facultad, y tres memorias de título en agronomía”, agregó el académico.
Al finalizar el encuentro, ambas partes acordaron continuar trabajando juntos en pos de lograr una fruticultura más resiliente al cambio climático, particularmente a la sequía.
Cabe destacar que dentro de los asistentes a esta charla se encontraba la ex estudiante de Agronomía UdeC, hoy Ingeniera Agrónoma, Mg. Nataly Hermosilla Villablanca, quien hace algunos meses se incorporó a la empresa Agromillora Sur en el área de I+D de la empresa, después de casi seis años a cargo de la coordinación de investigación del «Laboratorio de Relaciones Hídricas Frutales» dirigido por el Dr. Arturo Calderón, quien puso de relieve que, “la presencia de Nataly, ahora como parte central del área de I+D de esta importante empresa, no solo es un logro muy meritorio para ella, sino también para nuestro programa de Magíster en Ciencias de la Agronomía, pues se une a una lista de exitosos profesionales recientemente egresados de nuestra casa de estudios, quienes lograron mejorar sus habilidades en investigación en nuestro programa, y hoy son actores clave en el desarrollo técnico y científico del agro nacional. En lo personal, me siento muy orgulloso de Nataly, pues estoy seguro seguirá contribuyendo, ahora desde esta nueva posición en la industria, al desarrollo de una fruticultura sustentable y resiliente».
Considerando que el cooperativismo emerge como un pilar fundamental para el fortalecimiento especialmente de las pequeñas y medianas empresas (Pymes), al fomentar la asociatividad y la colaboración entre productores que este modelo no solo optimiza recursos y reduce costos mediante la economía de escala, sino que también impulsa el desarrollo local y la distribución equitativa de beneficios, docentes de la Facultad de Agronomía, la Escuela de Administración y Negocios (EAN) y la Escuela de Derecho de la Universidad de Concepción, profesionales de Cooperativas del Sur, realizaron una capacitación a docentes, profesionales y lideres de cooperativas de la región de Ñuble.
Quien lideró la jornada que se extendió por dos días, fue el ingeniero agrónomo, docente y profesor Emérito de la Universidad de Concepción, Fernando Bórquez, quien destacó que, “nosotros tenemos la idea final de capacitar y formar un grupo multidisciplinario de profesores, que impartan en forma transversal una asignatura de asociatividad y presten ayuda a empresarios asociados. Muchos de nuestros profesores y estudiantes trabajan con cooperativas o con sociedades sin tener un conocimiento base y no saben la esencia de ello. Las cooperativas tienen distintas visiones, positivas o negativas, y por ello es necesario trabajar con ellas, corregir errores, darles apoyo y resaltar las implicancias del cooperativismo o asociatividad, que es una forma de negocio de gran aplicación en pequeños empresarios no solo agrícolas”.
Fernando Bórquez ahondó en las experiencias que hay en este tema que se remonta sobre todo a los años 60 y 70’, “el cooperativismo es tan importante en países que tienen pequeñas unidades productivas, como por ejemplo Holanda, que el 30% del PIB de este país lo dan las cooperativas. Entonces es una alternativa importante para un pequeño productor, un pequeño comerciante, trabajando asociado hace volumen, tiene ventajas de impuestos, y una serie de ventajas también para la venta de productos, importaciones o compra”.
Gracias a un convenio que mantiene Agronomía UdeC y Cooperativas del Sur se concretó esta capacitación que ejecutó el ingeniero agrónomo, Cristóbal Santa Cruz. “Hablamos sobre el modelo empresarial cooperativo, viéndolo desde diferentes perspectivas. Primero, una introducción para los asistentes de qué son las cooperativas, modelos organizacionales en cooperativas, el mismo modelo empresarial de por sí, cómo se visibiliza desde nosotros como gremio de Cooperativas del Sur, constitución de cooperativas, estructuras organizacionales en cooperativa y resolución de conflictos en cooperativa”.
El profesional también puso énfasis en la importancia del cooperativismo que finalmente pasan a ser modelos empresariales complejos. “Las cooperativas son emprendimientos, tal cual, y tienen las mismas necesidades y falencias que tienen los emprendimientos, pero hay que adicionarle tres cosas que son fundamentales, una es la tributación en las cooperativas, lo otro es su estructura legal y por otra parte la estructura organizacional, que funcionan diferente. Entonces hay que conocer cómo funcionan para poder manejarla y que en el fondo tenga un crecimiento sostenible y que se desarrolle el modelo cooperativo de por sí”.
El trabajo desarrollado en esta capacitación incluirá el desarrollo de un documento didáctico para promover el sistema, trabajo que debiera estar concluido hacia el segundo semestre del presente año, además de ofrecer esta asignatura que sea transversal para cualquier carrera del campus Chillán de la Universidad de Concepción.
Una guía paso a paso para realizar un riego eficiente en la producción de cerezas es la que ha sido recientemente liberada por Olivos Spa, Agronomía UdeC y Cerasus, gracias al apoyo del Fondo de Innovación Agropecuario (FIA) a través del proyecto “Desarrollo y determinación de la línea base de potencial hídrico del cultivo del cerezo, con uso de micro tensiómetros y riego deficitario controlado, para desarrollar un nuevo y más eficiente servicio de monitoreo y programación del riego”, código: PYT-2021-0557.
En este manual, el equipo de trabajo del proyecto, liderados por el Ingeniero Agrónomo Andrés Olivos (Olivos Spa) y el Dr. Arturo Calderón (Agronomía UdeC), da directrices sobre como emplear la medición del potencial hídrico del tallo para programar de manera precisa y en base a parámetros fisiológicos la frecuencia de riego en cerezo. El objetivo de esta iniciativa es que los agricultores puedan gestionar de mejor forma el agua en sus huertos de cerezo, especialmente ahora en que la baja disponibilidad hídrica se combina con una creciente demanda evaporativa atmosférica.
El trabajo que sostiene técnicamente el manual de riego en cerezos se desarrolló durante tres años consecutivos en los huertos de la empresa Cerasus, ubicados en la comuna de Placilla, región de O’Higgins.
“Este proyecto de investigación tuvo como objetivo ajustar las prácticas de riego a las necesidades fisiológicas de la planta de cerezo, de manera tal de evitar el sobre riego o implementar un programa de riego deficitario controlado en esta especie. En este contexto, el cerezo, en comparación con otras especies frutales, tiene un periodo de tiempo muy largo entre cosecha y senescencia, en que usualmente las plantas son sometidas a disminuciones arbitrarias del riego debido a la incorrecta idea de que, al no tener frutas, las plantas demandan menos agua. Esto es completamente equivocado, pues es en esta época del año cuando las plantas frutales suelen exhibir las mayores demandas hídricas de la temporada. Así, nuestro proyecto a través del uso de la medición del potencial hídrico del tallo provee de objetividad a la determinación de cuando regar, en función de cómo está la planta, no el suelo, ni el ambiente”, explicó el Dr. Arturo Calderón Orellana, profesor asociado del Departamento de Producción Vegetal de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción, quien junto a Andrés Olivos es uno de los autores de este manual.
El experto agregó que los cerezos de la zona centro y centro-sur de Chile ya a partir de diciembre están en su mayoría siendo cosechados, por lo tanto, existen alrededor de seis meses en donde este frutal está sometido a una máxima demanda evaporativa que contrasta con la menor cantidad de agua disponible para riego. “Por consiguiente, resulta imperativo probar estrategias de riego deficitario controlado que ahorren agua después de la cosecha para poder continuar con el cultivo de esta importantísima especie frutal”.
Finalmente, el Dr. Calderón agregó que, entre otros aspectos relevantes de este manual, se encuentran dos técnicas que se pueden utilizar para evaluar el potencial hídrico del tallo en cerezos. Por un lado, está el método clásico de medición con la “bomba de Scholander” (cámara de presión), y la segunda, que es muy novedosa y robusta, que es con un micro tensiómetro de planta. “Esta investigación es uno de los primeros trabajos en el mundo en que el micro tensiómetro de planta es empleado para manejar una estrategia de riego deficitario controlado, lo cual nos llena de orgullo al estar en la frontera del conocimiento agronómico sobre el uso sustentable del recurso hídrico en fruticultura”, precisó el Dr. Calderón.
Los conversatorios que suelen ser espacios enriquecedores donde se comparten conocimientos y se discuten soluciones a los desafíos que, en este caso, enfrenta el suelo como la erosión, la contaminación y la pérdida de biodiversidad, es el objetivo del que están organizado investigadores y académicos del Departamento de Suelos y Recursos Naturales de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción.
Reconociendo que el suelo es fundamental para la agricultura, este conversatorio, denominado “cultivando un futuro sostenible”, se centrará en dos ejes principales. El primero abordará las nuevas normativas relacionadas con el uso del suelo, mientras que el segundo se enfocará en el cambio climático y la salud planetaria, un concepto que abarca tanto la salud humana como el entorno en el que vivimos.
En este sentido, el director del mencionado departamento, Dr. Marco Sandoval, manifestó que, “los miembros del departamento de suelos y recursos naturales, estamos tremendamente comprometidos porque nuestro trabajo tiene como eje central al suelo, pero más allá de solo abordar lo que es este recurso, abordaremos la relación que tiene éste con la sociedad, ya que no solo es un sistema biológico que nos genera alimentos, además es donde se generan varios servicios ecosistémicos, el suelo permite desarrollarse y evolucionar a la naturaleza, está la vegetación que es a su vez fuente de donde provienen por ejemplo los fármacos y por lo mismo hay toda una relación de bienestar con las personas, el mismo hecho del impacto que genera en la salud el color verde, generando tranquilidad, y demás esta explicar que un sistema suelo de calidad se refleja en alimentos sanos “, comentó el docente, quien además agregó que también habrá espacio para analizar algunas innovadoras investigaciones.
“Más centrado en lo que son las investigaciones y la formación de nuestros estudiantes, también será una oportunidad para abordar áreas o disciplinas como el uso eficiente de los recursos hídricos, medio ambiente, cambio climático, salud planetaria, y otras áreas que son transversales con el recurso suelo”, puntualizó.
La jornada, que es abierta a actores del sector agrario público-privado y la comunidad científica, se realizará el próximo jueves 5 de diciembre, precisamente en el Día Mundial del Suelo, se llevará a cabo en el Auditorio Ruperto Hepp, de la Facultad de Agronomía, Campus Chillán y se extenderá desde las 11:00 a las 13:00 horas.
Con un almuerzo al aire libre donde los protagonistas fueron ex alumnos/as, académicos/as y funcionarios/as, la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción, festejó su 70 aniversario de existencia.
La actividad que incluyó, discursos, reconocimientos, música y bailes a cargo del grupo musical folklórico “Su Cueca”, que fue altamente valorado por los cerca de 200 asistentes, que llegaron el pasado sábado hasta el quincho de la Facultad.
El tradicional encuentro de ex alumnos(as) incluyó la bienvenida de la vicerrectora de Relaciones Institucionales y de Vinculación con el Medio de la Universidad de Concepción, Dra. Ximena Gauché, quien junto con agradecer la invitación a participar de la celebración, manifestó que, “hoy vengo a acompañarles en este encuentro y quiero felicitar a cada una de las personas que participa en este evento que festeja los 70 años de Agronomía y de este Campus, por lo que existe ahí una relación totalmente indisoluble y por cierto en el marco de los 105 años de nuestra Universidad de Concepción”.
En tanto, el decano de la Facultad, Guillermo Wells, expresó “agradecemos su presencia y la acogida que siempre dan a esta invitación de reunirnos, porque para nosotros tiene gran importancia poder mantener el vínculo con ustedes y poder irnos retroalimentando e ir mejorando nuestro quehacer en la Facultad y quiero contarles que en esto 70 años ya contamos con: 927 estudiantes matriculados, 49 académicos, los programas de magíster y doctorado y tenemos grandes desafíos. En este momento estamos trabajando en nuestro Plan Estratégico de Facultad y también en nuestro rediseño curricular para precisamente enfrentar de manera robusta los desafíos futuros”.
Entre los asistentes destacó Julián Aravena, quien dijo que “esto es fenomenal sobre todo porque para mi tiene un gusto especial, ya que la carrera se creó el año 54’ y yo había nacido el 51’ y desde esa fecha mi padre quiso que yo estudiara Agronomía, porque él venía del área rural, y así fue…estudié y ejercí en esta Facultad”, comentó el ingeniero agrónomo, quien estuvo ejerciendo por 23 años en Agronomía UdeC.
Marcela Bórquez dijo que “yo vengo casi siempre y cada vez que lo hago me llevo alguna sorpresa con la gran asistencia de compañeros, de profesores y la organización que siempre es excelente”, comentó al tiempo que su compañera de curso Magdalena Hernández agregó que “con Marcela en nuestros tiempos de estudiantes estuvimos viviendo incluso en la misma pensión y siempre hemos mantenido el contacto, ya sea al reencontrarnos en esta actividad o por el grupo WhatsApp que tenemos con un grupo grande de compañeros”.
El ex alumno Juan Eduardo González señaló que el participa cada año de encuentro. “Siempre es impresionante ver las generaciones más antiguas y encontrarse con amigos que uno hace mucho tiempo que no los ve y es una ocasión especial para ponernos al día”.
Por su parte, Pilar Matamala de la generación del 69’ indicó, “yo tengo más de 50 años de egresada y nos reunimos varios del curso y yo creo que somos de los más antiguos de acá. En este último tiempo he venido cada año y disfruto una enormidad, porque solo vasta mirar el ambiente que se forma, es increíble, se pasa muy, pero muy bien”.
El encuentro de ex alumnos incluyó no solo el apagado de velas, sino también un almuerzo-asado, actividades de entretenimiento y baile, y por tarde noche consomé y una plateada al palo, en una jornada que se extendió hasta las 22.00 horas.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Concepción (UdeC), en colaboración con especialistas de Harvard University y Purdue University realizó un innovador estudio sobre la presencia de metales y metaloides en los huesos y garras del pingüino de Humboldt, una especie vulnerable en las costas del norte de Chile.
Se trata de un ave marina que se encuentra en la parte superior de la cadena trófica en los ecosistemas marinos, teniendo un rol ecológico crucial en las zonas costeras del norte de Chile. Actualmente, esta especie está en la categoría de vulnerable, por lo que se necesita una serie de estudios para identificar cuáles serían sus principales amenazas y poder así protegerla con medidas eficaces.
Dado este escenario es que investigadores de las Facultades de Ciencias Veterinarias y Agronomía de la Universidad de Concepción, desde hace varios años comenzaron a realizar estudios para determinar si uno de los problemas que pudiese afectarlos es la contaminación por metales, ello considerando que, en el norte de Chile, el desarrollo masivo de actividades mineras ha tenido un efecto perjudicial en los ecosistemas costeros debido a las elevadas concentraciones de metales.
«Son numerosas las industrias y ciudades del norte de Chile que vierten metales pesados al mar, lo que provoca un aumento de los niveles de ciertos metales considerados peligrosos para la salud de los ecosistemas, como plomo, arsénico, entre otros. Esta contaminación podría estar afectando en forma negativa a las poblaciones del pingüino de Humboldt», explicó el Dr. José Celis Hidalgo, del Departamento de Ciencia Animal de Veterinaria UdeC.
REVISTA CIENTÍFICA
El estudio, recientemente publicado en la revista Austral Journal of Veterinary Sciences, Volumen 56, y que fue portada de este número, utilizó una técnica analítica de vanguardia conocida como Espectrometría de Fluorescencia de Rayos X, la cual permite un análisis no destructivo y más sostenible, sin requerir el uso de reactivos químicos.
De acuerdo con una revisión literaria previa, este sería uno de los pocos estudios a nivel mundial que reporta los niveles de metales en huesos de especies de pingüinos, y el primero en hacerlo para las garras de cualquier especie de pingüino.
«Los resultados revelaron que los niveles de metales en este estudio pueden ser el resultado de una exposición aguda o crónica a la cual los pingüinos estuvieron sometidos cuando estaban vivos. Estos datos pueden servir de base para estudios posteriores que ayuden a proteger efectivamente a esta especie vulnerable», señaló el Dr. Winfred Espejo, del Departamento de Suelos y Recursos Naturales de Agronomía UdeC, al tiempo que el Dr. Marco Sandoval, del mismo Departamento agregó que, «la colaboración internacional con expertos de universidades de prestigio como Harvard University y Purdue University, junto al uso de equipamientos analíticos de última generación, han sido fundamentales para el desarrollo de este innovador estudio que ha considerado aspectos antrópicos, geológicos y químicos entre otros”.
Cabe señalar que el impacto generado por la contaminación de metales pesados ha afectado significativamente a las colonias de pingüinos y específicamente al pingüino de Humboldt que es una especie de ave marina que reside naturalmente a lo largo de la costa del Pacífico de Sudamérica, abarcando desde la Isla La Foca en Perú hasta la Isla Metalqui en Chile. “La población de pingüinos de Humboldt en nuestro país solía oscilar entre 40.000 y 47.000 en el pasado, pero otro estudio reciente informó que la población de pingüinos de Humboldt a lo largo de la costa chilena mostraba números notablemente inferiores en comparación con un censo anterior realizado a principios de los años 80, donde se menciona la presencia de residuos contaminantes entre las mayores amenazas para la especie”, puntualizó el Dr. Celis.
Un estudio entre expertos de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras y la Universidad de Concepción, permitió recolectar muestras de arenas de uno de los lugares más hermosos del Caribe, como lo es Cayos Cochinos, un archipiélago que está formado por varios islotes de origen coralino situados 30 kilómetros al noreste de la costa norte de Honduras. Esto permitió sacar a la luz el Primer Reporte de Algunos Elementos de Tierras Raras en Arenas del Archipiélago Monumento Natural Marino Cayos Cochinos, el cual fue publicado el año 2023 en la prestigiosa revista Marine Pollution Bulletin.
“Esta localidad en el Caribe no solo es de impacto en la zona sino que a nivel mundial, razón por la que estamos trabajando en conjunto con los investigadores de Honduras, con el profesor de Agronomía UdeC, Dr. Marco Sandoval y el profesor de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UdeC, Dr. José Celis, para estudiar diferentes elementos químicos ”, comentó el profesor de la Facultad de Agronomía, Dr. Winfred Espejo, al tiempo que el Dr. Andy Banegas agregó que, “hemos estado trabajando colaborativamente hace algún tiempo en el tema que acontece en Cayos Cochinos, que es una zona de gran importancia por la conservación de los arrecifes de coral y la biodiversidad que está asociada a este ecosistema, que se ha visto afectado por el arrastre de desechos sólidos proveniente de los ríos que desembocan en el Mar Caribe y por ello iniciamos este estudio, analizando los factores antropogénicos y fuentes naturales para evaluar sus respectivas influencias”.
Por su parte, la profesora Isis Montes hizo hincapié en la importancia de la vinculación con el medio, “ya que con parte de los datos obtenidos se han divulgado en fuentes locales y algunos tomadores de decisiones a nivel local para que conozcan lo que está ocurriendo y se pueda aplicar en conjunto medidas de mitigación”.
Cabe destacar que, los elementos de tierras raras son un grupo de sustancias químicas ampliamente utilizadas en las tecnologías emergentes de hoy en día, y son a menudo etiquetados como potenciales contaminantes medioambientales.
“El archipiélago de Cayos Cochinos es una zona protegida de Honduras, América Central, cuyas muestras obtenidas en arenas intermareales y supra-mareales, la convierte en un candidato ideal para la investigación de la contaminación. En diciembre de 2022, se recogieron muestras de arena de la zona de Cayos Cochinos y se analizaron por fluorescencia de rayos X para determinar los niveles de contaminación por tierras raras. Los resultados mostraron niveles significativamente más altos de elementos de tierras raras (ej. lantano, itrium y praseodimio) en la zona intermareal. Los datos son útiles como primer apronte para comprender la presencia de elementos químicos en las zonas cercanas a la costa y, posteriormente, ayudar a identificar prácticas sostenibles que reduzcan el impacto de estas sustancias químicas en ambientes prístinos y ricos en biodiversidad marina”, detalló el Dr. José Celis.
Este estudio corresponde al primer artículo científico originado a través de la colaboración de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras y la Universidad de Concepción, el cual da pie para continuar con más investigaciones en colaboración entre ambas instituciones de educación superior.
Con Distinción Máxima fue calificado José Sótero Fuentes Cartes, quien recientemente se tituló como Ingeniero Agrónomo de nuestra Facultad.
José, presentó su investigación denominada, “Determinación del efecto de la co-pirólisis con desechos plásticos sobre el potencial agronómico del biocarbón”.
El objetivo de su tesis fue determinar el efecto de la co-pirólisis de residuos lignocelulósicos con la adición de desechos plásticos sobre el potencial agronómico del plasticarbón para su uso en suelos.
La comisión examinadora estuvo integrada por los docentes: Cristina Muñoz, Nelson Zapata y Leandro Paulino.
La profesora guía de José, Dra. Cristina Muñoz manifestó que, “la acumulación de desechos plásticos representa un desafío ambiental significativo a nivel global, con tasas de reutilización que apenas alcanzan el 10%. En el ámbito internacional, se están explorando nuevas alternativas para la generación de biocombustibles mediante la co-pirólisis de plásticos, un proceso que permite un incremento más rápido de la temperatura. No obstante, este método genera un residuo con una composición estructural diferente a los biocarbones tradicionalmente conocidos, y sus efectos sobre los suelos aún no han sido objeto de estudio. Con el objetivo de abordar esta problemática, hemos llevado a cabo una investigación a escala de laboratorio para evaluar los efectos del residuo resultante de la co-pirólisis en las propiedades químicas, físicas y biológicas de diferentes tipos de suelo, los cuales fueron incubados durante un periodo de seis meses” explicó la docente, quien agregó que, “los resultados obtenidos mostraron un aumento en el pH de los suelos analizados, mientras que las actividades enzimáticas no presentaron variaciones significativas. Es relevante destacar que ninguno de los tratamientos aplicados causó toxicidad aguda en semillas de rabanito; de hecho, en algunos casos, se observó un aumento en la tasa de germinación y un estímulo en el crecimiento de las plántulas. En particular, se determinó que el uso de «plasticarbón», un residuo derivado de la pirólisis de restos de poda de avellano europeo mezclado con un 10% de poliestireno, no resultó tóxico para especies vegetales sensibles. Dado que este residuo tiene el potencial de ser utilizado de manera más amplia debido a la creciente necesidad de generar biocombustibles, es fundamental investigar sus posibles aplicaciones. Esta investigación representa un primer paso en este ámbito, abriendo la puerta a futuras indagaciones sobre el uso sostenible de residuos plásticos en la agricultura y la producción de biocombustibles”.